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Studium Aureum interpretará la ópera King Arthur, del compositor inglés Henry Purcell, bajo la dirección de Carlos Ponseti, y para ello ha contado con la participación del bailarín Àngel Rodríguez, que dirigirá la coreografía a la que darán forma en escena Denis Bruno y Mar López. Ésta también se ha encargado de preparar a los pequeños bailarines del Conservatori Professional que intervendrán en el montaje. La obra se podrá ver el hoy, a las 22.00 horas, en el Castell de Bellver.

«La obra nos permite un gran libertad para interpretar», comenta Mar López, «al obviarse el contenido histórico para esta representación, teniendo un tema más libre y conceptual, la música y el movimiento sobre el escenario han cogido mucha fuerza, con mucho protagonismo de la danza

«Como experiencia es muy gratificante, todas las secciones aportan mucho y se complementan entre ellas. Buscamos que no sea una ópera típica, sino que todo esté impregnado de mucho movimiento», explicó Àngel Rodríguez. «La posición de la orquesta hace que esté muy implicada, lástima que no podamos hacer que también esté en movimiento. El coro y los solistas están muy entrelazados con los bailarines. Intentamos que cada persona que está sobre el escenario se exprese a su manera, ya sea bailando, cantando o tocando. En obras como ésta te encuentras con la esencia del arte, y dices eso de 'por cosas así quise ser bailarín y coreógrafo'».

«La obra resulta bastante abstracta», valoró Denise Bruno, «y es difícil basarte en algo que no tienes claro, pero la música, que es muy bonita, te permite expresarte gracias a lo que te inspira».

La colaboración entre los tres artistas es algo que viene de lejos: «Estoy acostumbrado a trabajar con ellos», comenta Rodríguez, con Denis ya he trabajado en dos ocasiones, y Mar y yo empezamos casi al mismo tiempo en la Compañía Nacional de Danza 2. Tenemos mucha confianza, sé lo que puedo pedirles que hagan».

El trabajo con los más pequeños «resulta sorprendente, son como arte en bruto, pero son otra parte más de la obra que, además, aporta mucha frescura», comentó Rodríguez. «Llevo trabajando dos años con ellos y la verdad es que lo cogen todo muy bien. Están en la edad perfecta para ponerles algo tan especial como es esta obra», explicó López.

Sobre la Compañía Nacional de Danza 2 y la marcha de Nacho Duato «yo creo que son ciclos, en la historia de las compañías hay que renovarse», argumentó Rodríguez. «Tal vez las maneras no han sido las más correctas, podrían haber sido más cuidadosos y respetuosos, pero era necesario un cambio, y el nuevo director tiene un currículum muy importante, pero, de todas maneras, es un trabajo que no se verá en un solo año».