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La Fundación Picasso de Málaga inauguró ayer la exposición Miró, su lucha contra la dictadura , un conjunto de 113 obras procedentes de la Col·lecció Serra que se exhiben juntas por primera vez y que constituyen el ciclo que el artista dedicó a Ubú el dictador, personaje creado por el dramaturgo Alfred Jarry a finales del XIX. Para Miró, Franco fue la encarnación de Ubú, el paradigma del tirano del siglo XX.

De «compromiso con la libertad» calificó Francisco de la Torre, reelegido alcalde de Málaga, la actitud de «dos grandes artistas», Picasso y Miró, cuyo recuerdo y trabajo coinciden en la sede de la citada fundación, que fue la casa natal del creador malagueño, hoy museo.

Ese encuentro más que simbólico se materializa mediante esta exposición gracias a que Pere A. Serra, presidente del Grup Serra y de la Fundació d'Art Serra, ha ido reuniendo el abundante material que Miró dedicó a Ubú durante varias décadas. Se trata de litografías, dibujos originales, fotografías, anotaciones personales y esculturas que «como coleccionista ha recuperado para la memoria, las pone a disposición del público y facilita su investigación», según explicó en rueda de prensa Dolores Durán, comisaria de la exposición, que se podrá disfrutar hasta octubre.

Carme Serra, vicepresidenta de la Fundació d'Art Serra, acudió ayer a la inauguración, un acto en el que se estrenaron en sus cargos el nuevo concejal de Cultura de Málaga, Damián Caneda, y el nuevo director de la Fundación Picasso Casa Natal, José María Luna.

Los tres libros de bibliófilo creados por Miró en torno a Ubú nunca se habían expuesto antes juntos. A través de ellos, y de los ninots para la obra teatral Mori el Merma , estrenada en el Principal de Palma en 1976 -de los que en esta exposición se exhibe Le Chien d'Ubu- , canalizó Miró su denuncia de la dictadura franquista, tomando como elemento catalizador al tirano que satirizó Jarry. Miró había entrado en contacto con el personaje en 1937, y el primero de los tres libros fue Ubu roi (1966). En esta serie de litografías usa colores ácidos que «representan la violencia, la crueldad y la falta de moral». Aquí, las figuras tienen un tratamiento volumétrico y recuerdan escenografías, pues en ese tiempo Miró estaba muy volcado en la escultura, recordó Durán.

En 1971 creó Ubu aux Baléares . En siete de las 23 litografías, Miró escribe textos en francés que «hablan del general [Franco] en un tono humorístico, más que dramático». Aquí los fondos son blancos y predominan la línea y signos propios de su iconografía como pájaros o estrellas. L'Enfance d'Ubu es de 1975. En esta serie escribe palabras en catalán, «textos procaces o alusivos a blasfemias del acervo mallorquín», y utiliza el collage . Entre una y otra, Miró «no abandona la idea de Ubú» y crea una carpeta de dibujos originales, de los que tres se exponen ahora en Málaga y el resto están en la Fundación Miró de Barcelona. La muestra se completa con fotografías del proceso de creación de los ninots para Mori el Merma , que en su reverso llevan anotaciones manuscritas de Miró.