Bartomeu Llinàs, Josep Amengual i Batle, Francesc Antich, Francina Armengol y Vicenç Thomàs, ayer durante la firma del convenio.

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La Biblioteca Lul·liana, la zona de huertos del Monestir de la Real y la sala polivalente Ramon Llull se habilitarán para «transformarlos en un centro de referencia para los estudiosos de Ramon Llull».

Será así, según explicó ayer Francesc Antich, president del Govern, gracias al protocolo de intenciones que firmaron entre el Consell General del Servei de Salut, la Conselleria d'Educació i Cultura y la Fundació Monestir de la Real. Mediante este acuerdo se destinará una parte del 1 por ciento cultural de la inversión de Son Espases (1.153.500 euros) a la rehabilitación del entorno del monasterio.

De acuerdo con este convenio, corresponderá al conseller d'Educació i Cultura, Bartomeu Llinàs, la tarea de convocar una Junta Interinsular de Patrimoni Històric para aprobar los proyectos concretos de «protección y rehabilitación del monasterio», incidió Antich, unas acciones que debe presentar la propia Fundació Monestir de la Real. Josep Amengual i Batle, superior de la Congregació dels Sagrats Cors, señaló que «éste es el primer paso para reescribir toda una historia y proyectar al futuro este espacio de gran importancia, el único de tradición luliana en la Isla. Todos los pasos que queden por caminar serán obligación y responsabilidad de las administraciones».