El escritor Antoni Vidal Fernando, en La Misericórdia. | Joan Torres

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Amors i laberints es el título del último libro del escritor Antoni Vidal Ferrando (Santanyí, 1945), que se presentó el pasado viernes en la 22 edición de la Setmana del Llibre en Català. Quien espere encontrar una narrativa convencional en este libro se llevará una sorpresa. La prosa poética o la poesía prosaica son utilizadas para dar pinceladas a un cuadro formado por recuerdos, admiraciones, vivencias y, sobre todo, literatura.


-¿De qué habla Amors i laberints?
-Es un dietario, con recuerdos, vivencias y opiniones sobre lo que pasaba en el mundo y en este país mientras la escribía. Trata sobre mi concepción de la literatura y, por extensión, del arte. Establezco un diálogo entre los grandes maestros de todas las épocas, pero hay autores que aprecio muchísimo que no están. Este libro es esencial para entender mi obra. Están los referentes que ayudan a explicar todo lo que he escrito, mi mundo.


-¿Es un homenaje a todo aquello que le ha marcado?
-Es un homenaje a la literatura y a los autores que nombro. Me gustaría que fuese un homenaje a más gente. También ha sido una manera de buscarme a mí mismo. Uno de los objetivos de escribir es conocerse a uno mismo. Mi manera de aclarar las cosas es escribirlas. En estas páginas hay una historia de amor con las palabras, que van más allá de lo que pretenden decir.

-Pero es un libro de lectura profunda...
-Me he llevado una sorpresa. Mucha gente que no tiene una alta cultura literaria me ha dicho que le ha gustado el libro. Temía que se convirtiera en algo elitista, pero hay mucha sinceridad y una aproximación al corazón del hombre.

-¿Era el momento justo para escribir un libro como éste?
-Nunca he escrito algo que no tuviese una necesidad imperiosa. Este ha sido el libro que más he necesitado escribir. Hablo de cosas representativas de una época y unas ideas. La autenticidad es imprescindible. Si no se obedece a una necesidad haces trampa, y la literatura nunca debe hacer trampas.