Un gran árbol preside uno de los pasillos. | Julián Aguirre

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Artistas anónimos han colaborado con la asociación Mamalena para decorar la planta de Pediatría del hospital Son Llàtzer con dibujos infantiles.
Las paredes de los pasillos y la zona de recepción de la planta de hospitalización infantil se han convertido en lienzos de gran tamaño donde pinturas acrílicas de tonos vivos y alegres dan forma a flores, globos, cerditos, burros, gatos, perros, ratoncillos, arco iris, pajarillos, corazones, etc.
Un trabajo presentado, ayer por la mañana, por responsables y personal sanitario de la planta de Pediatría y la asociación Mamalena. Ambos muestran su satisfacción por el resultado. Carmen Vidal, jefa de Pediatría y Neonatología, señala que «además de ser unos dibujos muy acordes con el área, los pequeños pacientes hospitalizados salen de las habitaciones a pasear con sus padres a ver los dibujos». «También, para el personal sanitario, nos alegra las horas que estamos aquí».
Por su parte, Elena Mesquida, presidenta de Mamalena, asegura que «no es un proyecto costoso, ya que sólo se han gastado 400 euros y el resultado es muy satisfactorio». De hecho, éste es el segundo trabajo de este tipo de la asociación que ya pintó, hace dos años, la planta de Oncología Pediátrica, con motivos del fondo marino, y la cuarta planta del hospital infantil de Son Dureta, con la selva como temática.
El principal sueño de Mamalena, además de llenar de alegría la estancia de los pequeños que se encuentran hospitalizados, es crear un centro «hospice», un lugar donde dedicar atención psicosocial y sanitaria a niños enfermos y sus familias.
La pequeña Valedia, de tres años de edad, ingresada desde hace unos días debido a una neumonía, y Lidia, de cinco años, hospitalizada por una inflamación en el ojo, observan los dibujos junto a Marilén Sansó, supervisora de Pediatría. Lidia, a quien también le gusta dibujar, confiesa que le encantan los dibujos y los payasos de La Sonrisa Médica, por lo que su estancia, al igual que la de muchos otros niños, se hace un poquito más amena. Pasear por la planta de Pediatría es, desde ayer, como una pequeña visita a una exposición infantil.