El rock de los madrileños Pignoise clausuró anoche las fiestas patronales de Sant Sebastià. | Nuria Rincón

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El punk-pop rebelde y acelerado del trío Pignoise clausuró la edición de 2011 de las fiestas patronales de Palma en una cita organizada por Cadena 100. Como ya sucediera la pasada noche en el concierto de los madrileños Mago de Oz, una atestada Plaça d'Espanya inmune al frío coreó los temas más populares de la formación del exfutbolista del Real Madrid Àlvaro de Benito.

Unos puntuales Alma Sonora abrieron una noche de música muy roquera que, a pesar de los 7 grados de temperatura que se respiraban en el centro de Ciutat, congregó a miles de personas que no dejaron de mover el esqueleto. La banda local comenzó a nimar un ambiente que cada vez iba a más. Al contrario que con la actuación de Mago de Oz el viernes, anoche, el sonido sonaba menos grave en una velada con una abundante presencia policial.

Pasadas las 11 de la noche llegó el turno de Pignoise. La banda arrancó su actuación con el tema Todo me da igual. Clásicos de la formación como Nada que perder y Sigo llorando por tí, o las recientes Todo se muere y Perdido en la oscuridad, contenidas en su última producción discográfica (Año Zero, 2010), fueron recibidas por sus fans allí concregados con entusiasmo en una sesión que no decayó en ningún momento. Los rockeros convirtieron el centro de Ciutat en una caldera al ritmo de un cancionero que tiene línea directa con el público adolescente.

Al cierre de esta edición, estaba previsto que Pignoise continuase con su concierto y que éste finalizara alrededor de la una y media de la madrugada.