Normando Hernández, ayer en Palma.

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«Me encarcelaron entre asesinos y psicópatas por ejercer el periodismo de forma independiente. Me destrozaron física y psicológicamente». Así resume Normando Hernández, escritor y periodista cubano refugiado en Madrid, los siete años que estuvo en prisión en su país natal víctima de la Primavera Negra en 2003. Ahora, el PEN Català va a reconocer su defensa de la libertad de expresión con el primer Premi Internacional Veu Lliure.

Fue durante esos siete años cuando, de manera clandestina y con «la ayuda de mi mujer», escribió El arte de la tortura. Memorias de un ex prisionero cubano . «Con este libro quiero dar voz a los que dentro de Cuba no la tienen», confiesa el preso disidente, quien explica: «Tras unas conversaciones entre el gobierno de Cuba, la Iglesia Católica y el Ministerio de Asuntos Exteriores español nos sacaron de la cárcel y esa misma noche cogíamos un avión con destino a España». A pesar de ello, Hernández está convencido de que «nuestro destierro oficial vino por parte del gobierno cubano».

«Miguel Àngel Moratinos [ex ministro de Exteriores y Cooperación hasta el pasado 21 de octubre] y España son cómplices del régimen castrista e intentan lavar su imagen», sostiene el periodista. «La ambigüedad del gobierno español es un acto de hipocresía, se han querido colgar una medalla».

Hernández no fue la única víctima de «torturas y maltrato psicológico», ya que «nuestras familias también han sufrido mucho, se les ha maltratado e incluso algunos familiares tenían que recorrer cientos de kilómetros para vernos durante pocas horas cada tres meses».

Reconocimiento

Será mañana, en la Casa Museu Llorenç Villalonga de Binissalem, a las 21.00 horas, cuando Hernández reciba el primer Premi Internacional Veu Lliure del PEN Català en Balears. Antonia Vicens, presidenta de la entidad, afirma que «con este premio pretendemos llamar la atención de la gente y poner de manifiesto la problemática de escritores y periodistas encarcelados».