Dolores O'Riordan mantiene su excelente voz. | P. Pellicer

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Riders, el grupo local que ayer abrió la velada en la plaza de toros, fue escogido por los integrantes de The Cranberries como telonero de su actuación en la plaza de toros, tras escuchar los CD de varias bandas que les envió la empresa promotora del concierto. Riders fue caldeando el ambiente con sus versiones en inglés de canciones conocidas, entre ellas La chica de ayer, de Nacha Pop.

Más de 4.000 personas, sobre todo treintañeros, acudieron al Coliseo Balear para bailar al ritmo de una banda que alcanzó fama internacional en la década de los noventa con su disco de debut, Everybody Else Is Doing It, So Why Can't We?, convertido desde el mismo instante de su lanzamiento en un rotundo éxito comercial que despachó más de ocho millones de copias.

Con puntualidad británica, a las 22.0 horas, Dolores O'Riordan y sus compañeros salieron a un escenario austero con el mismo look con el que triunfaron hace casi dos décadas, incluidas las botas Doctor Martins que caracterizaban el atuendo de la irlandesa e igual corte de pelo.

Con las primeras canciones, la banda demostró que se encuentra en plena forma y mantiene un espíritu joven, mientras la estupenda y característica voz de O'Riordan, en excelente estado, llenaba el recinto con la misma magia de siempre respaldada por un muy buen sonido. La primera canción fue How y la segunda, Animal Instint, el primer hit de la noche, con el que el público ya comenzó a bailar. Al cierre de esta edición, y cuando aún quedaba mucha música por escuchar, la velada prometía.