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En cualquier artículo sobre la Feria del Libro de Fráncfort, el periodista le recordará que se trata del mayor evento editorial a nivel mundial. Así, podría parecer que un editor no llega a nada si no acude allí. Este año, libros de doce editoriales de Balears estuvieron expuestos en el expositor habilitado por el Institut d'Estudis Baleàrics (IEB), que también subvencionaba el traslado y una noche de hotel a los editores. Con todo, sólo dos de las doce empresas lo aprovecharon y mandaron personal a Fráncfort. ¿Será que la feria no es tan clave como se cree?

Lleonard Muntaner reconoce que prefiere ir a «otros eventos donde tengamos más posibilidades de negocio. A Alemania basta con ir cada dos o tres años, para ver qué se hace, pero allí hay empresas tan grandes que te sientes disminuido». Así, Muntaner apunta que es más «fructífero» ir a ferias «donde puedas vender tus productos y tengas opciones de negocio», como el Liber español o incluso Guadalajara, en México.

Josep Joan Vidal, presidente del Gremi d'Editors balear, coincide en señalar que «efectivamente tenemos intereses más cerca, como en Barcelona o Madrid. Fráncfort es la mayor feria europea, pero cada uno debe conocer sus posibilidades reales de negocio». Francesc Moll, que este año tampoco viajó a Alemania, pero alega motivos personales, reconoce que allí «es fácil comprar pero es francamente difícil vender, porque hay una gran cantidad de oferta». Además, apunta que en Liber se puede establecer contacto con otros agentes, como libreros, distribuidores y autores, no sólo editoriales. Con todo, Moll considera que Fráncfort garantiza «tener una presencia en el mundo».

Contactos
Las dos empresas que este año aprovecharon la ayuda del IEB para mandar personal a Alemania fueron El Gall y Edicions UIB. La primera aprovechó la cita para «hacer contactos, hablar con gente y recibir propuestas. No es algo inmediato, todo se concreta posteriormente vía email», dice Gracià Sánchez, que considera Fráncfort «una feria interesante. Todas lo son, dependiendo de lo que busques».

En el caso de Edicions UIB, hubo contactos con una empresa alemana, una francesa y otra brasileña para realizar coediciones o vender derechos de libros técnicos. Además, la Editorial Moll y la ibicenca Mediterrània despertaron el interés de empresas internacionales, que se pusieron en contacto con el personal del IEB para gestionar posibles colaboraciones futuras. Fuentes de esta institución confirman que el año pasado «cuatro o cinco» editores de Balears viajaron allí, «los mismos que tenían previsto ir este año». Sea como sea, al final fueron sólo dos.