TW
0

La humedad y las condensaciones han sido uno de los principales problemas que ha padecido el edificio de sa Llonja y algunos expertos ya habían indicado en alguna ocasión que parte de este mal se podría subsanar con el cambio de las ventanas. El arquitecto Pere Rabassa presentará próximamente una propuesta para modificar los cerramientos, que ahora «son muy herméticos», y que permitirá que el edificio de Sagrera tenga una mejor ventilación interior. En sí, la propuesta se concretaría en el cambio de la carpintería actual fija por otra con «partes practicables», explicó.

En el interior de esta construcción del gótico civil continúan las tareas de rehabilitación. Se han desmontado ya los andamios y se ha concluido la limpieza de bóvedas y muros afectados, sobre todo, por líquenes, pequeñas humedades y alguna grieta. Según aclaró Rabassa, ahora se procederá a la limpieza y reparación de juntas y golpes de la zona baja de los muros. Por otra parte, en el exterior se comenzará a rebajar próximamente los andamios al concluir el trabajo en las torres. Pere Rabassa adelantó que un total de tres gárgolas, que en principio no se iban a restaurar, tendrán que ser aseguradas a la estructura para evitar peligros o caídas.

Como ya publicó este periódico, se han documentado más de doscientos grafitos en sa Llonja. En estos momentos y con el propósito de conservarlos, «se están delimitando aquellas zonas que se tienen que tratar con unas técnicas diferentes al resto de paramento», comentó el arquitecto, quien aseguró que presentarán a Patrimoni un proyecto de restauración de estas incisiones, la mayoría datadas del siglo XV.