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Sólo han pasado unos días desde la entrada del conseller de Cultura, Bartomeu Llinás, en su nuevo despacho y los productores y cineastas de Balears reclaman que el nuevo titular de Cultura del Govern retome la creación del Consorci de l'Audiovisual i el Cinema de les Illes Balears.

El proyecto fue paralizado en el Consell de Govern del pasado 28 de agosto y la petición oficial se hará en unos días, cuando visiten a Llinás y puedan explicarle los problemas por lo que pasa el sector y la puesta en marcha «de acciones de urgencia» para no perder las ayudas.

«Es necesario porque somos la única Comunidad Autónoma que no contempla ayudas al cine periódicas, correspondientes a sus habilidades profesionales y que creen estabilidad al sector», denunció Lluís Ortas, presidente de la Associació de Cineastes de les Illes Balears (ACIB), quien manifestó: «Tenemos todos los elementos para hacer buen cine, al no crearse el consorcio hay proyectos que se quedarán al aire».

Los cineastas y productores barajan algunos de los motivos por lo que esta entidad no está ya en funcionamiento: «Todas las entidades que formarían parte del consorcio tenían reservada ya su aportación presupuestaria de 2009 y, aunque no tenemos respuesta oficial, pensamos que se debe o bien a que ya estaba previsto un cambio de gobierno o a que hay una revisión política de consorcios e instituciones», comentaron.

Pese a todo se muestran optimistas. «Confiamos en que se apruebe, sería absurdo que talentos de Balears que generan riqueza tuvieran que irse fuera», aseveró Ortas.

No reclaman dinero "son conscientes de la situación económica", sino que el que hay se reparta «de forma adecuada». Mientras, las pérdidas son ya una realidad y la desaparición de la Illes Balears Film Commission casi una cuestión de tiempo. «Además de la promoción de Balears como territorio de rodaje, genera ingresos más allá del sector audiovisual. Una sola producción deja más dinero que el presupuesto anual de la Film Commission, que se encuentra en una situación de desamparo económico», aseguran estos profesionales que aseguran que sin consorcio se pierde la ayuda del Estado a las comunidades con lengua oficial distinta al castellano.

Sólo esperan que «este gobierno no de la espalda a los creadores y productores de la industria cinematográfica», concluyen.