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Efe|BILBAO
El Barça del triplete dio un nuevo paso hacia un nuevo título al imponerse al Athletic Club de Bilbao por 1-2 en el partido de ida de la Supercopa. Guardiola dio continuidad a su apuesta por los jóvenes talentos de la cantera azulgrana y fue Pedro el encargado de confirmar su gran momento y liderar la reacción culé al tanto inicial de De Marcos.

Un disparo al travesaño de Bojan y una serie de buenas actuaciones de Iraizoz demostraron la superioridad azulgrana en un primer acto en el que fue cobrando fuerza la fe rojiblanca. El joven De Marcos puso a prueba a Víctor Valdés desde la larga distancia y los locales comenzaron a creer en sus posibilidades.

El jugador procedente del Alavés se erigió en el gran protagonista del primer acto al poner en ventaja al Athletic al filo del descanso. De Marcos aprovechó una acción individual y un rebote en la pierna de Puyol para desatar la locura en San Mamés.

Sin embargo, el Athletic, que se marchaba crecido a los vestuarios, confió sus opciones de éxito en la segunda mitad a proteger la portería de Iraizoz y hacer valer la renta adquirida. Craso error. El paso atrás del grupo de Caparrós acabó por condenarle. Los rojiblancos se vieron desbordados por el desparpajo de Pedro y el patrón de juego culé. El canario se inventó la jugada del empate que acertó a culminar Xavi con un disparo certero y acabó por certificar la remontada con un potente disparo desde fuera del área ante el que nada pudo hacer Iraizoz.

San Mamés trató de reactivar la moral de un cuadro local con pocos recursos ofensivos más allá del desgaste de Toquero. El Athletic estaba rendido a su suerte y frente a la superioridad de un Barça que evidenció su solidez en el encuentro más competitivo que ha afrontado en la pretemporada.

Alves pudo lograr el 1-3 con un lanzamiento lejano que hizo temblar el larguero. El Barça ya no arriesgó la posesión de balón y fue madurando a un adversario que acabó con el depósito vacío al no parar de correr tras la pelota. El Barça tomó ventaja en otro ejercicio de superioridad que deja franca la Supercopa.