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Los expertos del Grup per l'Estudi de les Fortificacions de Balears (GEFB) descubrieron en 2007 los restos de una batería militar que, a finales del pasado mes, fue catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC) por el departamento de Patrimoni Históric del Consell.

Se trata de la Batería del Faralló de Alcanada, construida en 1779 junto a la desembocadura del torrente de sa Bassa Blanca y a escasa elevación respecto al nivel del mar, del que dista unos 15 metros. «Después de un estudio en el que constatamos que estos restos no estaban incluidos en ningún catálogo pusimos el descubrimiento en conocimiento del Consell», explicó Àngel Aparicio, presidente del GEFB. Aparicio añadió que «debido a la abundancia de vegetación en la zona, a primera vista no se puede apreciar si se conservan restos del que fuera cuerpo de guardia para la tropa».

De momento, y hasta que no se limpien de maleza los alrededores, se sabe que el conjunto está compuesto por tres flancos de unos 40 metros de longitud y que fue construida en piedra y mortero.

Este investigador explicó que su grupo también se puso en contacto con Patrimoni del Ajuntament de Alcúdia, desde donde se les ha asegurado que al finalizar el verano se acometerán actuaciones de «consolidación» de los restos y que se llevará a cabo una «limpieza de tipo arqueológico» que puede dar lugar a que se hallen nuevas estructuras. Aparicio, además, confirmó que se trata de una batería «única en Mallorca de este tipo».

Este nuevo Bien de Interés Cultural (BIC), que durante muchos años estuvo en terrenos militares, sufre dos factores de riesgo. El primero, la «erosión continuada del mar y el abandono» y el segundo, las trincheras que se excavaron allí durante la Guerra Civil, lo que alteró el terreno e impide, ahora, conocer si la batería disponía de una plataforma empedrada.