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XAVI SOLÀ El Último de la fila fue la más ambiciosa anomalía de la caravana del pop-rock mestizo de los ochenta. Tras su escisión, Manolo García afrontó un periplo en solitario acomodándose en el uso de la melodía, la sutileza y la emoción para hacer trascender unas canciones que mitigan la antigua socarronería y agudeza que pudiera haber amplificado con el paso del tiempo.

Este domingo, un año después de su última visita a la Isla, se deslizará por el escenario del Auditòrium, con el aforo agotado, presentando los temas que nutren su gira Saldremos a la lluvia, segunda parte, todo un chorro abrasivo de energía positiva plasmada en un puñado de canciones en las que el artista juega con sus habituales juguetes musicales.

Contento de regresar a Mallorca, donde el autor contempla muy positivamente la «entrega y desinhibición del público isleño», Manolo García confiesa que, con el paso de los años, aún percibe en su interior el temple emocional indispensable para crear nuevas producciones discográficas que logren conectar con el oyente, «eso es algo independiente del tiempo que lleves trabajando, creo que cualquier tarea o manifestación creativa es un misterio, un escapismo, una necesidad del ánimo».

Al hilo de la creación compositiva, reflexiona sobre la carencia de fundamentos en el pop español contemporáneo argumentando que «las llamadas bandas independientes atesoran más creatividad que las de aquellos artistas pegados a la etiqueta 'comercial', que persiguen el éxito a toda costa y su lucro inmediato»; «la vena de la creación busca el paraíso emocional no el material», concluye el autor.

Y es que para este artista que dilata una atronadora trayectoria cantando la dignidad de la clase obrera y desechando sistemáticamente cualquier atisbo de petulancia en sus composiciones, «la música se engloba en el territorio de la magia». Precisamente sobre el modo en que concibe su música, García afirma que «componer es un escape, una catarsis, un modo de acunarte a ti mismo y la n».

Respondiendo a quienes le acusan de inmovilismo compositivo, el autor se defiende argumentando: «Quizá el eje central de mis canciones sea mi inconfundible registro vocal y el sonido de guitarra, pero cada uno de mis discos es distinto del resto». Ante si se vislumbra la reunificación de El Último de la Fila, se muestra taxativo: «definitivamente no», dice. «Quimi está muy integrado en sus nuevos proyectos musicales y no me necesita para crear. En mi caso, sucede exactamente lo mismo. No me veo iniciando un tour enarbolado por nuestros viejos temas».

Manolo García. Auditòrium de Palma. Día 2 de agosto a las 22.00. Entradas agotadas.