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A.POL La segunda edición de la Quarterada Teatral volvió a convertir ayer a las calles y plazas de Santa Eugènia en el escenario de hasta seis espectáculos. Atendiendo al talento de lo programado, la asistencia de público fue más bien escasa. Sin embargo, los que estuvieron allí pudieron comprobar la calidad de los espectáculos programados.

La Quarterada Teatral consiste en una maratón de ocho horas de teatro concentradas en una superficie de 7.200 metros cuadrados, es decir, el espacio exacto que ocupa una quarterada. La carrera comenzó a las cinco y media de la tarde con el espectáculo Funki a l'Olla de los Vatua l'Olla, una banda que ya había estado presente en la primera Quarterada y que enseguida consiguió meterse al público en el bolsillo con su música -viento y percusión- marcadamente festiva. Los Vatua l'Olla condujeron al público por las calles del pueblo de un escenario a otro.

Este año se representaron cinco espectáculos: Merci Bien, de los Mumusic Circus; Els vaitges del Gran Pepot, a cargo de Gran Pepot; un espectáculo de los mallorquines Botifanfarrons; Boom, de los Chapertons; el espectáculo de marionetas Hôtel Crab, a cargo de Tukitrek; y Klarament; de la compañía local Taujana Teatre, que se estrenaron precisamente ayer. Esa última representación debía comenzar pasada la medianoche.

Como en la pasada edición, varios bares y restaurantes de la localidad ofrecieron la Mossegada Teatral, una cena rápida a tomar entre las nueve y las diez y media, entre una y otra representación. La Mostra de Teatre de Santa Eugènia finalizará el próximo domingo con la representación de Brokers, a cargo de la compañía madrileña Yllana.