Imagen de Mordillo dibujando en su estudio de Mallorca en 1998.Mordillo, en la inauguración con las autoridades.

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Guillermo Mordillo, humorista gráfico de origen argentino y popularidad internacional, expuso en 1989 en el Casal Solleric de Palma. Ayer, dos décadas después, regresa a las salas de este casal para reencontrarse con Mallorca y, sobre todo, consigo mismo. El título de su exhibición lo deja todo claro: Que veinte años no son nada. El humor de Mordillo.

En la muestra más ambiciosa que se ha realizado entorno a su obra, y que podrá verse hasta el 6 de septiembre, el artista presenta unos 200 originales marca de la casa: llenos de color y humor. 60 de esas obras nos permiten repasar su evolución pictórica, desde esos inicios en los que todavía no estaban presentes sus características figuras humanas blancas, redondeadas y mudas, a menudo acompañadas por el mundo animal o el deportivo.

El resto de dibujos, unos 140, han sido realizados en los últimos años: preocupado por la pérdida de color en sus obras, Mordillo ha rebuscado en su catálogo y ha vuelto a pintar sus escenas favoritas. Durante el proceso, ha descubierto que «he cambiado, que veo las cosas de otra forma. Lo de que 20 años no es nada es una mentira!», bromeó ayer. A pesar de todo, el paso del tiempo no ha impedido que conserve su forma de trabajar, basada en «el instinto y en mantener el asombro de cuando era niño».

La muestra se adentra en el proceso de creación del artista a través de sus archivos personales, y también expone los libros y animaciones salidos de sus ilustraciones. Mordillo, nacido en 1932, apuntó que, aunque aparentemente en sus dibujos no resalte la carga política o la crítica, se que «están muy dentro de la realidad». El humorista es muy consciente del sufrimiento alrededor del mundo. «Pero el humor permite una pirueta del espíritu, para preservarlo de esa realidad».

El Casal Solleric cuenta desde ayer no sólo con el color de los dibujos de Mordillo, sino con el de las instantáneas de Martin Parr. El fotógrafo de la agencia Magnum, que no pudo estar en la inauguración y llegará a Palma hoy, reúne, en Assorted cocktail, once de sus series favoritas. Sus 'postales' son pura crítica social dirigida al turismo, al consumismo, a la comunicación y a «los nuevos rituales colectivos de la sociedad», según apuntó Diana Saldaa, comisaria de la muestra.