El artista Albert Pinya (Palma, 1985) expone Pinya è un milanese en la galería Ferran Cano de Barcelona. La muestra da a conocer 29 piezas "17 pinturas y 12 dibujos" que creó a partir de su experiencia vital en Milán. Allí, Pinya ha trabajado en la Galería Alberto Matteo Torri, donde ha expuesto recientemente.
«Busco la importancia del viaje dentro de la obra del artista de una manera cómoda, agradable y directa», explicó Pinya en la inauguración de la muestra. «Represento situaciones vividas en Milán y he retratado a la gente con la que me he relacionado».
La exposición insiste en los autorretratos, en dibujos a su galerista milanés o a los miembros de la familia que lo hospedó al llegar a Milán. La apariencia ingenua de algunas obras sugiere una cierta crítica social. «La pintura debe servir como instrumento para reivindicar», mantuvo el creador, interesado por «una línea irónica, irreverente e ignorante».
La exposición cuestiona el esnobismo del mundo de la moda, más claro que nunca en Milán, y se atreve con la omnipresente crisis. «Ha sido una buena experiencia vivir en Italia. Me ha permitido un acercamiento a una forma de pensar diferente».
Pinya recurre a la estética del graffiti y al juego de los elementos que plasma en los cuadros, a veces en forma de broma al espectador y otras como burla de algún aspecto que parece molestarle.
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