El dibujante Guillermo Mordillo, posando para la entrevista en Palmanova. Foto: MIQUEL ANGEL CAÑELLAS

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ANA LARGO

«Sentir que es un soplo la vida, que veinte años no es nada...». Tarareando el histórico tango Volver, de Gardel, encontramos a Guillermo Mordillo en Palmanova ilusionado con su último proyecto, la exposición antológica que el próximo 18 de julio inaugurará en el Casal Solleric. Tras un año de trabajo y veinte después de su única muestra en la Isla, el dibujante argentino vive con emoción el «reencuentro» en Palma entre su «pasión» y sus seguidores con ... que veinte años no es nada. El humor de Mordillo, comisariada por Joan Roig y Florentino Flórez.

-Veinte años son muchos...

-Veinte años son muchos, la primera exposición que hice en la Isla fue en 1989 y esta es la segunda. Tengo mucho cariño por esta Isla, donde venimos desde principios de los setenta. Me encanta hacer una exposición en Mallorca por tener contacto con la gente. Sé que va a aparecer gente que había perdido de vista y gracias a la muestra voy a tener un reencuentro con ellos. Más que una exposición es un reencuentro.

-Hace dos años dijo en este periódico que le gustaría finalizar su carrera con una exposición en Palma. ¿Será esta su última muestra?

-Mi carrera quizá la quiera culminar en mi país, pero Mallorca es muy importante. A día de hoy no estoy retirado, sigo produciendo, aunque no al mismo ritmo que hace unos años. Ahora trabajo en cosas específicas y que me apetece hacer a un ritmo quizá más lento, pero con igual entusiasmo. Hago lo necesario para seguir ejerciendo mi pasión, porque esto no es un trabajo, y una pasión jamás puede dejar de ser ejercida.

-¿Siente esta exposición como un homenaje?

-Los homenajes se hacen más bien póstumos. Esto es un agasajo, un reencuentro entre mi trabajo y el público de aquí. No sería mala idea hacer una casa o museo Mordillo porque incluso sería de interés turístico. Mi obra es conocida en el mundo entero y la gente iría a divertirse. Entre un cuarenta o cincuenta por ciento de mis dibujos están hechos en Mallorca.

-¿Donaría o cedería obra?

-Desde hace unos años hay un proyecto de un Museo Mordillo en Italia. Creo que habría material suficiente para ese espacio y el de aquí, incluso para Argentina. Además, en los últimos meses estoy reproduciendo originales en alta calidad, que casi me gustan más que el original. Se podría conjugar lo original y las reproducciones.

-Es, desde hace años, un gran defensor de un museo de humor gráfico en Mallorca.

-En Palma o en Mallorca debería hacerse un museo del humor gráfico balear porque hay material para hacer un buen museo. Yo creo que Mallorca se lo merece y hay gente luchando por ello desde hace años. Hay edificios vacíos, igual sucede en Argentina, que podrían acoger este tipo de museos. Si no se hacen los museos, el humor gráfico se pierde.

-¿En qué ha cambiado su pasión estos años?

-Mi pasión es más fuerte porque tengo más consciencia del paso del tiempo y por la técnica, que ha cambiado mucho al modificar los materiales.

-¿Esta evolución se apreciará en la exposición?

-Sí. Con motivo del proyecto de Italia, empecé a hacer el cambio de tinta a acrílico. Hay determinadas obras que no pueden tolerar ya la luz. Hice una selección de 150 dibujos, mis preferidos, para pasarlos al acrílico, y algunos se verán en Palma. El cambio se aprecia visualmente y, en la mayoría de los casos, los acrílicos superan la tinta, aunque algunos dibujos antiguos son insuperables.

-Haciendo esa revisión, ¿ha incorporado algunos retoques en los dibujos?

-Alguno. En realidad, ningún dibujo está terminado, casi todos se pueden mejorar, pero nos pasaríamos la vida retocando y no haciendo ninguno nuevo.

-¿Qué más se podrá ver en la exposición?

-Algunos de los cortometrajes de dibujos animados inéditos que hice en Argentina y China. Además de las 200 obras, entre tintas y acrílicos, dibujos de juventud, bocetos, merchandising, fotografías o documentos. Se ha editado también un catálogo de unas 350 páginas con fotos y dibujos de infancia que me servirá para preparar el libro definitivo.

-¿Sigue pensando en hacer una película muda?

-Guardo la esperanza de hacerla. En los setenta publiqué tres libros, una trilogía única, que son verdaderos storyboard para películas. Me gustaría hacerlo antes de desaparecer o de lo contrario lo harán luego y yo lo veré desde arriba, desde el palco.