Una de las obras que integrarán la exposición de Juli Ramis.

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MARIANA DÍAZ
El Ferrocarril de Sóller y la Fundació Tren de l'Art celebrarán las Fires y Festes de Maig de Sóller recordando a dos artistas vinculados con la localidad, Joan Miró, que el pasado verano fue nombrado hijo adoptivo de la capital de la Vall, y Juli Ramis, nacido en la misma en 1909. La obra de ambos estará presente en unas fechas tan señaladas para los sollerics. Los actos en torno a ambos tendrán lugar en la tarde del 8 de mayo próximo.

Por un lado, una colección de los dibujos creados por Miró cuando tenía 12 años pasarán a formar parte, mediante reproducciones de los mismos, de la 'decoración' de los vagones del Ferrocarril de Sóller.

Se trata de reproducciones de seis dibujos titulados Castell; Palma de Mallorca. La Llotja; Molinar. Molins de vent i cases; Palma de Mallorca. Platja amb barques; Sóller. Paisatge; Palma de Mallorca. Castell de Bellver. Todos están datados en 1906.

En cuanto a la exposición homenaje a Juli Ramis en el centenario de su nacimiento, estará integrada por cuadros datados entre 1930 y 1958. Serán seis obras sobre tela, cartón o papel en las que predominan las adscritas a la abstracción, aunque también figuran un autorretrato de 1933 y un paisaje de 1930. Las obras se expondrán en el vestíbulo de la estación del tren en Sóller.

Desde su creación, la Fundació Tren de l'Art ha mantenido una intensa relación con Joan Miró, cuya familia materna, los Ferrá, procedían de la Vall. El entonces niño Joan Miró Ferrà viajaba en verano en el vapor correo desde Barcelona para pasar parte del mismo con sus familiares en Palma y en Sóller. De esos tiempos son los dibujos cuyas reproducciones podrán disfrutar los muchos viajeros que utilizan el ferrocarril que une Ciutat con la Vall.

En cuanto a Juli Ramis, a quien su pueblo natal le dedicó una calle, fue un pintor que se relacionó con toda soltura con las vanguardias artísticas de la primera mitad del siglo XX, con las que entró en contacto en París tras su paso por Madrid y Barcelona. En la Capital se hizo amigo del cubano Wifredo Lam y en Tánger, de Paul Bowles.