El Merma arde en es Born para no volver jamás a la vida porque con este acto simbólico también se quemaron ayer treinta años de historia, como explicaron los actores que interpretaron el espectáculo. g Fotos: JOAN TORRES

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CELIA HEREDIA Un acontecimiento histórico tuvo lugar ayer en Palma. Es «el final bonito y alegre de una historia muy larga», que murió con El Merma, al Foc!!!, el personaje creado por Joan Miró y Joan Baixas, director de la compañía La Claca, para caricaturizar a todos los dictadores que han existido y que, como el Merma, reaccionan con gritos de: «Me cago en la libertad y en la democracia», según palabras pronunciadas ayer por este personaje durante su discurso al descubrir que ya nada podría salvarle de las llamas en la ciudad que le vio nacer.

El acto comenzó con tamborers y xeremiers anunciando la entrada del Merma en Cort. Acompañado por su esposa y por su corte de ministros, el Merma parece desorientado hasta que encuentra una carta escrita por Miró y Baixas, a la que Cesc Hulderij, productor de un reportaje para la BBC sobre Mori el Merma, pone voz con acento alemán, diciendo: «No queremos un gobierno para tirarle zapatos, ni mentirosos con corbatas de seda».

De nada le sirvieron los ejercicios de libertad realizados por el Merma, junto a su corte para salvarse de las llamas. Por eso, antes de despedirse recorrió sobre un Rolls Royce el casco antiguo de Ciutat, junto a su esposa, seguidos por un número reducido de público, que en la mayoría de los casos desconocía el valor simbólico del Merma, pero que en el transcurso del cercavila se fue uniendo a la fiesta.

En es Born, todo estaba preparado. Antes de su muerte, el Merma enarboló la bandera verde y negra de la opresión para ser depositado en la cima de una pila de maderas empapadas en gasolina. ¡Adiós al Merma y a su corte! «Ya era hora de que se quemara el dictador», señala Moisés Querald, que durante tres años ha dado vida a una de las esculturas mironianas en los espectáculos de La Claca. Ahora, del Merma sólo quedan hierros y cenizas. La resurrección se producirá «si algún día Obama y Putin no funcionan bien», apuntó Hulderij.

La de ayer fue una noche histórica en la que «hubo una conexión con Miró desde el cielo» y en la que han muerto treinta años de historia, que «esperamos que si se vuelve a repetir sea en otra galaxia», señaló Baixas.