«Barceló es un gran artista y hay que cuidarlo, tenéis que cuidarlo». Así se expresó César Antonio Molina, ministro de Cultura, al finalizar su visita a la Seu, que ya conocía, donde contempló la intervención del felanitxer en la Capella del Santíssim. Le gustó «mucho».
El ministro recibió explicaciones del canónigo Llorenç Tous, quien le puso al día sobre la obra de rehabilitación del rosetón de la Seu y cómo se cayeron los cristales del mismo; la gran reforma de Gaudí, con parada en el altar mayor y comentarios del experto sobre la decoración vegetal y el baldaquino. Molina también quiso subir a la Capella Reial, donde se encuentran los sepulcros de los reyes de Mallorca. Ya en el espacio decorado por Barceló, Tous le comentó detalles, como que el artista había moldeado las calaveras, -bajo el sagrario-, con muchos más ojos, pero que luego los cubrió por indicación del fallecido Pere Joan Llabrés. Molina piensa que a los artistas les cuesta ser reconocidos en su tierra, y destacó de Barceló, «buen amigo», que es un «artista universal en la mejor tradición de la historia del arte de todos los tiempos». Aún «tiene mucho que decir», finalizó.
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