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Miró quería a Sóller. Y Sóller quiere a Joan Miró. Este fin de semana la Ciutat de la Vall le nombrará hijo adoptivo, una demostración de afecto, respeto y admiración, que ayer pudo constatarse en la inauguración de la exposición fotográfica Moments de Miró y en Veles mironianes, en la estación del Ferrocarril de Sóller.

A través de esta muestra «podemos conocer aún más a Joan Miró», aseguró el presidente de la Fundació Tren de l'Art, Pere A. Serra, durante la presentación de las instantáneas. Y es que la exposición, comisariada por Óscar Pipkin, recupera más de una veintena de momentos de Miró en Mallorca. Desde aquellos primeros viajes a Sóller cuando sólo era un niño y plasmaba sus primeros dibujos en una pequeña libreta, hasta su etapa más madura, donde Mallorca se convertía en tierra de inspiración para el Miró artista y el hogar en el que compartir infinidad de instantes rodeado de su familia y de los muchos amigos que encontró en la Isla.

«Joan Miró es quien nos da la bienvenida y con esta exposición hoy le sentimos muy vivo entre nosotros», reconoció el alcalde de Sóller, Guillem Bernat, durante la inauguración, a la que asistieron, además, el conseller de Turisme, Francesc Buils; el alcalde de Fornalutx, Joan Albertí; la regidora de Cultura de Cort, Nanda Ramon; el presidente de UM, Miquel Nadal; el presidente del Ferrocarril de Sóller, Óscar Mayol, y el consejero delegado de esta misma empresa, Vicens Sastre, entre otros. Las instantáneas, imágenes de toda una vida, fueron tomadas por los fotógrafos Planas Montanyà, Tomàs Monserrat, Lorenzo, Torrelló, Cosme Adrover, Juan Antonio Briñas, Joan Ramon Bonet y Óscar Pipkin. Además, la muestra se completa con otras instantáneas aportadas por Successió Miró y el Archivo Ultima Hora.

Sóller izó ayer las velas de Miró. La estación del Ferrocarril de Sóller dará la bienvenida, desde ahora, a sus visitantes con dos velas mironianas que recogen la iconografía más representativa del universo del artista. Dos telas, creadas en la década de los ochenta bajo la supervisión del propio Miró, y que ahora ondearán en la estación de la Vall.

Las piezas, de más de ocho metros de longitud, fueron halladas hace unos meses en un almacén municipal, junto a otras cuatro velas más. Ahora, tras ser restauradas en el taller de José María Pardo, algunos de los motivos de la Serie Mallorca, que las decoran, lucirán en la estación para recordar la figura y la obra de un artista que ha contribuido a promocionar el nombre de Sóller, Mallorca y Balears por todo el mundo.

La velas mironianas se exhibieron por última vez durante las fiestas del Firó de Sóller. Instaladas por Dolores Durán, las telas estarán ahí para siempre para recordarnos que Miró fue, es y será uno de los grandes.