Dong Yaohui, Lola Durán, Carmen Caffarel, Miguel Ángel Moratinos, Hu Qili, Juan Antonio Samaranch y Chen Haosu, durante la inauguración de la exposición en Pekín.

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ANA LARGO

No sólo el deporte es protagonista estos días en Pekín. El arte, en sus diferentes manifestaciones, aprovecha la coyuntura de los Juegos Olímpicos 2008 y su repercusión mundial para exhibirse en su máximo esplendor. Así, uno de los grandes exponentes del arte español del siglo XX, Pablo Picasso, fue presentado ayer en China a través de su cerámica, pieza esencial de la cultura china a la que el artista malagueño dotó de universalidad. La muestra Picasso: Versos con la materia, inaugurada en el Instituto Cervantes de Pekín, ofrece por primera vez al público presente en la capital china la oportunidad de contemplar casi una treintena de piezas originales con impronta mallorquina, pertenecientes a la Col·lecció d'Art Serra, al Museu Es Baluard y a la Sala Picasso del Ferrocarril de Sóller.

La inauguración de esta exposición, comisariada por Dolores Durán, tuvo una gran repercusión entre los medios de comunicación congregados en China. La presentación de Picasso en Pekín contó con la presencia del ministro de Exteriores, Miguel Àngel Moratinos; la directora del Instituto Cervantes, Camen Caffarel; el embajador de España en China, Carlos Blasco Villa; la viceministra china de Cultura, Meng Xiaosi, y el presidente honorífico del Comité Olímpico Internacional, Juan Antonio Samaranch. También estuvieron en la inauguración Hu Qili, copresidente del Foro España-China y numerosos representantes de la cultura china, entre ellos, la presidenta de la Asociación China de Escritores, Xie Ning.

Picasso: Versos con la materia ofrece una mirada a la polifacética actividad del artista español, quien descubrió en la década de los cuarenta la cerámica -pieza esencial de la cultura china-, con la cual experimentó. Según la comisaria, Picasso encontró en el barro «un campo inexplorado hasta entonces, en el que tendría lugar el divorcio de las ataduras estéticas a las que estaban sometidos los objetos extraídos de los hornos». Así, Durán continúa explicando que el artista reinventó «la forma de abordar la decoración de vasos, platos o baldosas, del mismo modo que había podido reinventar el grabado o la pintura» y puntualiza: «Se trata de la primera vez que se pueden ver las cerámicas de Picasso en China. Él no estuvo nunca en este país, aunque estaba fascinado por su cultura, especialmente por la caligrafía».

La exposición, que podrá visitarse hasta el 31 de octubre en la capital china, está organizada por el Instituto Cervantes con el objetivo de promocionar el arte español en todo el mundo. La destreza y la pasión de Picasso en la modelación del barro une a una de las primeras culturas en provocar la aplicación del barniz sobre la cerámica con el sello mediterráneo del genial artista Pablo Picasso.