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C. HEREDIA Continúa la XXII Temporada de ópera en el Teatre Principal y esta vez lo hace con la pieza de V. Bellini, Norma, que se representará el miércoles 28 y el viernes 30, a las 21.00 horas. Para este drama basado en la tragedia de Alexandre Soumet, la encargada de hacer la escenografía fue la artista plástica Teresa Matas, quien, por primera vez, verá cómo una de sus obras multiplica su tamaño para fundirse con la música.

«Acepté la propuesta porque una instalación es la puesta en escena de un sentir del artista», comenta Matas. «Pero, también, porque Alex Herold, director escénico de esta ópera, quería que Norma se escenificara con los colores negro blanco y rojo y esos son mis colores», matizó. Además, las personas que conocen el trabajo de Matas saben la especial sensibilidad que ésta ha tenido siempre al trabajar sobre temas relacionados con la mujer maltratada y Norma es una de ellas, desde el momento en el que la sacerdotisa druida, después de renunciar a su castidad, mantiene en secreto un romance con el gobernador Polión con el que tiene dos hijos. Polión abandonará por otra sacerdotisa a Norma y ella se vengará instigando a los druidas para que luchen contra los romanos. Al final, Norma se sacrifica para morir quemada en la hoguera, momento en el que Polión se da cuenta de su error y va junto a ella para morir juntos quemados por el fuego.

La artista mallorquina había visto varias óperas, pero ésta era una de las que menos conocía. «Para realizar la escenografía, primero me estudié el libreto, escuché la música, vi la ópera, me inspiré con cada escena e intenté meterme en el drama a través de la música», explicó.

La escenografía estará inspirada en la ciudad de Petra, «esta ciudad se caracteriza por su color rosado y por sus piedras, dos elementos que alimentan mi creatividad y con los que he jugado para este trabajo».

Un decorado que irá cambiando en esta pieza de Bellini que está dividida en tres actos. El primero transcurre en el bosque, representado en una instalación de árboles (robles) sin hojas, formados mediante una estructura cubierta por un collage de telas, «cada uno de ellos tiene un matiz diferente, me gusta jugar con los colores», comentó. El segundo acto se desarrolla en la puerta de la casa de Norma. Sin embargo, es la escena que transcurre en el interior de la casa, la más simbólica, ya que «las paredes estarán llenas de escritos greco-nabateos y también habrá escritos romanos como símbolo de la lucha entre estos dos pueblos», comentó la artista.

Pero Matas también confesó que para ella lo más importante de Norma es la música y las voces humanas. «No quiero que la escenografía moleste, porque cuando voy a ver una ópera no me gusta que la escenografía quite protagonismo a la parte humana». «Mi objetivo es que la escenografía se funda con la música», matizó.