La ilustradora Purita Campos, en la feria de Palma. Foto: CELIA HEREDIA

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CELIA HEREDIA De niña era bastante rebelde, en el colegio odiaba la clase de plástica porque le obligaba a hacer cosas que no le gustaban. A Purita Campos (Barcelona, 1937) lo que le gustaba era pintar en casa, copiar ilustraciones de Emilio Freixas y de otros cuentos, a pesar de que después le diera vergüenza enseñarlas. Ahora, Campos es un referente en España por la creatividad en la ilustración de sus historietas. Por eso era impensable que no estuviera invitada en la primera edición de Còmic Nostrum, una feria que permanecerá hasta hoy en el Pati de La Misericòrdia.

Campos comenzó haciendo ilustraciones para cuentos como Celia, Can can, Sissi o Dalia. Su carrera también estaba muy vinculada al mundo de la moda, haciendo figurines para revistas como Dames de France o Carnet Elegante. Pero las circunstancias hicieron que saltara a la fama con las historias de Patty´s Wolrd, más conocida en España como Esther y su mundo. «Era un cómic femenino que empecé haciendo para Inglaterra en 1971 y que se estuvo vendiendo en todos los países de la Commonwealth», comentó Campos.

«Mientras aquí vivíamos sumergidos en una dictadura, en Londres todo era distinto». Después, la editorial Bruguera compró el tebeo en el año 1974 y Patty llegó a España con el nombre de Esther. «Cuando muchas de mis lectoras, que ahora tienen entre 35 y 45 años, me reconocen, me abrazan», aseguró. «Yo creo que se debe a que cuando ellas me leían era un momento diferente y mis historias, con un estilo naïf, eran su única forma de evasión, eran algo distinto que trasmitía ese espíritu de libertad», añadió.

Una Esther renovada
La clave del éxito en las historias de amor de Esther, una chica tímida, pero con mucha fuerza, según Campos, radica en la capacidad que tenía para saber comunicar cosas a través de las mismas. Pero, también es importante el trabajo junto al guionista inglés Phillip Douglas, «que daba mayor coherencia a las ilustraciones con unos textos magníficos de los que, en su mayoría, extraía de ideas de su mujer». Además, Campos también ilustraba las historias de Jana, Gina o Tina, que eran leídas por mujeres de todas las nacionalidades.

Hoy, esta artista que reside en Catalunya, será homenajeada junto al también ilustrador Luis Bermejo en esta edición de Cómic Nostrum. «Ésta es la primera vez, desde 1988, que me hacen un homenaje de este tipo». El motivo por el que, según Campos, hayan tardado tanto en reconocer su trabajo es porque, «el mundo del cómic no es demasiado machista, pero mi trabajo ha tardado más en ser reconocido».

Ahora, vuelve a sumergirse en la aventura de la ilustración, -«me lo propuso el director de Glénat, Antonio Martín, y yo acepté encantada»- porque la historia de Esther había quedado en el aire y las lectoras necesitaban un desenlace. «En 2006 salieron a la venta Las nuevas aventuras de Esther, de las que ya hemos vendido 30.000 copias», afirmó. Se trata de una nueva historia «en la que aparece un personaje más maduro, pero que mantiene una linea de coherencia con el anterior», aseguró.