Imagen de archivo del Museo Etnológico de Muro.

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MARIANA DÍAZ

El Museu Etnológico de Muro está cerrado al público. El motivo, un cortocircuito ocurrido a causa de una avería eléctrica que tuvo lugar el pasado viernes. Así lo confirmó la Conselleria de Cultura del Govern a Ultima Hora. Por otra parte, este diario ha podido saber que la instalación eléctrica de este equipamiento museístico se encuentra en mal estado y la propia conselleria reconoce que «se ha quedado obsoleta a efectos de conservación». Cabe recordar que el museo es de titularidad estatal, gestión de la Cominitat Autònoma, se denomina Sección Etnológica de Muro y depende del Museo de Mallorca.

Desde la citada conselleria se explica que el museo se ha cerrado de forma «provisional» para «subsanar la avería electrónica que el pasado viernes ocasionó un cortocircuito en el centro». También apuntan que un equipo de técnicos del Institut Balear d'Infrastructures Educatives (Ibisec) tiene previsto desplazarse esta semana al museo para «redactar un informe definitivo sobre las deficiencias que presenta el sistema y evaluar el tipo de intervención que se hará para susbsanar el problema a corto plazo con una solución provisional que garantice el buen funcionamiento del centro».

Además, desde la Conselleria añaden que la dirección general de Cultura presentará un informe técnico al Ministerio de Cultura para que se considere una actuación definitiva de la instalación eléctrica» de dicho museo».

La historia de la Sección Etnológica de Muro es también la de un museo al que se ha ido dejando morir. En 1999, durante una visita del entonces president del Govern, Francesc Antich, a Muro, ya se escribía en este diario que se encontraba «en total abandono» y que el Gobierno central, propietario del inmueble, autorizaba una inversión de 3,5 millones de pesetas para arreglar el tejado. Además, se añadía que «el Govern prepara a corto plazo la rehabilitación del recinto». Si bien es cierto que el tejado se arregló, el museo continúa languideciendo a día de hoy hasta el punto de tener salas cerradas y, como en el caso que ahora nos ocupa, ha tenido que cerrarse al completo por culpa de un cortocircuito.