El director Konrad Zschiedrich ha estado en Palma, donde estrenará 'El mercader de Venecia'. Foto: SEBASTIÀ AMENGUAL

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ANA LARGO

El director de escena Konrad Zschiedrich (Leipzig, 1936) ya es conocido en los escenarios de los teatros de Balears, tras estrenar en los últimos dos años las obras Molt soroll per res y Falstaff, de Shakespeare. Un autor que, a lo largo de sus años de profesión, continúa sorprendiéndole y por el que sigue sintiendo profunda admiración. Zschiedrich volverá al escenario del Teatre Principal de Palma esta temporada con la adaptación del El mercader de Venecia para Rafel Oliver Produccions. El director, crítico con la situación del teatro en España, asume este ambicioso proyecto en una etapa de su carrera en la que prefiere centrarse más en lo que está haciendo que pensar en el futuro.

-¿Qué destacaría de 'El mercader de Venecia'?

-Toda la obra trata del dinero, de futuros seguros que luego no son tan seguros y proyectos inmediatos con éxitos asegurados. Creo que la obra es realmente un reflejo del mundo actual en el que el dinero es el único valor.

-¿Cómo será su versión para este ambicioso proyecto?

-Por supuesto, quiero que sea una buena versión, pero aún no puedo decir cómo será, sólo que la adaptación la realizará Miquel Descloc. Los sueños que tienes en una producción nunca se suelen hacer realidad. Si haces una obra de Shakespeare sin ambición es mejor no hacerla.

-Después de llevar a los escenarios distintas obras de Shakespeare, ¿le sigue sorprendiendo?

-Siempre, es el único. Si lees sus textos encuentras una estructura que imita a la forma en que se vive hoy la vida y siempre descubres relaciones nuevas... Él no escribe como otros, Shakespeare es un milagro y esto no lo diría de otros autores. Sus obras son tan perfectas que son imperfectas. Shakespeare trabaja en la imperfección del mundo.

-¿Ya sabe con qué actores trabajará?

-Conozco a algunos actores de las Islas, porque ya he trabajado dos veces aquí y puedo decir que hay grandes intérpretes. Aún estamos buscando, porque comenzaremos a trabajar a principios de marzo. Quiero buenos actores, pero no tengo ninguna preferencia.

-¿Cómo valoraría el sector del teatro en España?

-En España, el teatro lo tiene más difícil que antes. Hay muchas producciones y detrás de todo está siempre el dinero. El encanto de hacer teatro queda detrás de un cierto pragmatismo. Conozco el sector desde hace veintiún años y al principio era más pobre, tenía más encanto y la gente, más ganas de hacer cosas para mejorar. Hoy es negocio.

-Parece que el teatro vive inmerso siempre en una crisis.

-El teatro ha estado siempre en crisis. Tiene que ver con la propia existencia del teatro, porque es un arte en crisis. De hecho, el teatro siempre ha funcionado en etapas de crisis.

-¿Ha dirigido alguna obra en la que sólo creyera usted?

-Hace veintiún años dirigí Santa Joana dels escorxadors y no fue nadie. Ahora hay gente que me para, me dice que la ha visto y que le encanta. Ahí está el éxito. Hacer algo que no interese a nadie es horrible, pero si tú estás convencido de que es importante, la situación se vuelve menos difícil.