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AGENCIAS/ A.L. Los agentes destacados en la Zona Aire, nombre con el que se conoce a la demarcación de Guardia Civil en el aeropuerto de Madrid-Barajas, detuvieron al cantante Melendi la madrugada del martes por un delito de alteración del orden público «grave» y desobediencia a la autoridad, en este caso, al piloto de la aeronave en la que el artista protagonizó un grave enfrentamiento con la tripulación. El delito de desobediencia a la autoridad está castigado con una pena de entre seis meses y un año de prisión.

Ayer por la mañana, la Guardia Civil trasladó al músico hasta los Juzgados de Plaza Castilla, donde declaró ante el titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Madrid. A última hora de la mañana quedó en libertad.

El propio artista reconoció en una entrevista ofrecida en verano a este periódico que realmente tenía «miedo a volar», cuando fue preguntado por su próxima gira en Sudamérica, donde tiene pensado dar a conocer su música y su último trabajo Mientras no cuestre trabajo. El cantautor asturiano Pablo Moro salió ayer en defensa de Melendi y corroboró el pánico a volar del intérprete.

El músico, que viajaba a México DF, donde tiene previsto un concierto el próximo día 17 dentro de la gira Rock en Ñ, de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), fue detenido después de que el comandante del vuelo 6401 de Iberia a México decidiese regresar al aeródromo madrileño por los graves altercados protagonizados por el artista asturiano. El cantante descendió del avión en visible estado de embriaguez. Viajeros de ese vuelo relataron cómo el manager del músico le intentó calmar, pero la agresividad que mostró Melendi le llevó, incluso, a emprendarla a golpes con éste, por lo que para reducir al músico tuvo que intervenir la tripulación y algunos pasajeros.