Los dos intérpretes recalaron en Palma con su gira conjunta 'Dos pájaros de un tiro'. Foto: M. BORRAS

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NICO BRUTTI Pasan pocos minutos de las diez. Como en aquella vieja canción, «nos dio la hora» y salen a escena. La multitud que abarrota hasta la bandera el coliseo balear ruge Tras hacer cola durante bastante tiempo. Rugen las mujeres que ganan por amplia mayoría, rugen los hombres, tal vez por seguirle un poco la corriente a ellas (aunque en el fondo están casi tan subyugados como las niñas), rugen los que despachan bebidas y los que venden camisetas, los que quedaron en taquilla contando el dinero y los que piden credenciales en la puerta de prensa. El motivo: Sabina y Serrat juntos sobre un escenario gracias a la gira Dos pájaros de un tiro. La cifra: 10.000 fans de los dos intérpretes, un lleno hasta la bandera.

La plaza está radiante como pocas veces. Los toreros que lidiarán arriba del tablado saben que el público ha venido a por ellos. Para sacarles el jugo, para aprovechar tal vez la única ocasión de escucharlos juntos, de verlos juntos, de sentirlos juntos. Se trata de «matar» dos pájaros de un tiro.

Ellos, como una especie de veteranos de mil batallas, se miran un instante para ponerse espalda contra espalda (la mejor defensa y el mejor ataque), peleando con sus canciones, con su poesía y con su actitud frente a la vida, ésa que les permitió salir de la por ahora peor emboscada, esa que la muerte les jugó hace poco.

Llegan de Torrelavieja (Alicante), vía Menorca, donde pasaron un par de días descansando. Se van para Córdoba, Santiago y Pontevedra. Una gira agotadora que recorrerá casi toda España, Mexico, Venezuela, Ecuador, Colombia, Perú, Chile, Argentina y Uruguay. Los pájaros a tiro ya no tienen veinte, pero los viejos fans tampoco. Y todos disimulan.

Su primera canción es Hoy puede ser un gran día. Antes, pero, un pequeño juego con el público que se presenta a través de una de las dos pantallas del escenario. En ella aparece Iñaki Gabilondo durante un telediario de Cuatro. «No sabemos dónde se encuentra el dúo», asegura el periodista durante la información. De repente, una ambulancia y, acto seguido, los dos artistas sobre el escenario para demostrar que no están muertos.

Serrat aparece con una camiseta negra, una camisa gris y unos vaqueros. Sabina, con una camisa blanca y negra que cubre con un chaqué a rayas también blancas y negras. Son las 22.15 horas. Un «Buenas noches, Mallorca» y otro «Bona nit, Balears» son su carta de presentación. Después, el «noi del Poble Sec» se queda solo con Cançó de matinada y Algo personal. Se le ve contento, muy suelto, moviéndose y bailando constantemente.