TW
0

La homosexualidad, el rechazo social y familiar, y los malos tratos en la infancia son algunos de los problemas planteados por Gustavo Prieto en el cuarto largometraje de su carrera como director, Making Up. El realizador compite con esta obra en el Festival de cine Gay y Lésbico de Mallorca, que se celebra esta semana en el Teatre Municipal del Passeig Mallorca de Palma.

«Esta historia de nueve minutos es sobre todo un canto a la amistad, la historia de dos niños de diez años que se encuentran con problemas distintos y que, juntos, tratarán de encontrar una salida a sus dramas», explica el director.

Gustavo Prieto, que califica este trabajo como «el más maduro y trabajado de mi carrera», asegura que «la selección en un festival es ya un premio para cualquier director». El cineasta, quien alaba el trabajo de aquellos realizadores de países en los que la homosexualidad está prohibida y se juzga y se castiga, sostiene que «si todavía se habla de la homosexualidad, es que algo va mal. Creo que en nuestro país aún hay muchos prejuicios y, sobre todo, una falta de educación en los niños, que a veces pueden llegar a ser los más crueles». «El arte, en general, trata sobre los problemas que hay en el entorno», comenta Prieto, quien argumenta que «el cine siempre tiene que tener capacidad de denuncia. Vamos tan deprisa que, a veces, no vemos o no queremos ver lo que pasa a nuestro alrededor, por lo que hay que hacer reflexionar al espectador y recordarle lo que sucede».

Gustavo Prieto comenzó en el año 2004 a rodar en Valladolid su primer cortometraje, Obsesión. Making Up es ya su cuarta producción y, aunque reconoce que está empezando y debe ir «poco a poco», sus aspiraciones apuntan a conseguir rodar un cortometraje en cine y rodar un largometraje trabajando o como director o como guionista.

El cortometraje, que cuenta con los jóvenes actores Aníbal Tártalo y Diego Arévalo, ha sido seleccionado hasta el momento en trece festivales y ha obtenido el premio al mejor actor para Tártalo en el Festival de cine Rivas Vaciamadrid. «Resulta complicado trabajar con niños, pero es gratificante. Las historias se llenan de ternura con ellos. En el caso de Aníbal Tártalo, son increíbles sus capacidades ante la cámara», reconoce Prieto.

Por otra parte, el Festival del Mar acogió ayer, además de la proyección del cortometraje Mariquita con perro, de Vicente Villanueva, la proyección del único largometraje español que compite en esta edición del Festival de cine Gay y Lésbico de Mallorca, Vida de Familia, del director valenciano Llorenç Soler.

Esta tarde, a partir de las 18.30 horas, el Teatre Municipal del Passeig Mallorca proyectará los cortometrajes españoles Pasión por el fútbo, Una para septiembre y Making Up, además de Private lifes, Push it y Hjerteklipp. El programa del certamen continuará a las 20.30 horas con la presentación del filme de Taiwán Sheng xia guang nian, y, a las 22.30 horas, la producción estadounidense The Conrad boys.