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CARLES DOMÈNEC |CELRÀ (GIRONA)

La compañía de danza Mal Pelo representará el jueves Testimoni de llops en el Teatre Xesc Forteza de Palma, en la primera jornada de la Mostra Commemorativa del Dia Internacional de la Dansa 2007, que organiza el Ajuntament de Ciutat. Su codirector, junto a María Muñoz, es el bailarín manacorí Pep Ramis. Testimoni de llops es un espectáculo que parte de textos del escritor John Berger. Articulada en capítulos, la trama responde a los estímulos que producen las palabras de un escritor ausente en los bailarines.

-¿A nivel técnico, de danza, en qué consiste Testimoni de llops?
-Es una pieza muy coral en la que todos estamos en escena prácticamente todo el tiempo con un trabajo individual para profundizar en las características de movimiento de cada uno y encontrar las texturas propias. Testimoni de llops trata de cómo un personaje ausente envía una serie de mensajes al grupo de gente que está sobre la escena. El personaje sería John (Berger) y cada bailarín da su respuesta. Es un viaje que va del texto al cuerpo, con un retorno del cuerpo al texto. John reescribió algunas de sus propuestas, tras ver nuestras acciones, con una enorme generosidad creativa.

-En Testimoni de llops se saca la parte animal de los humanos y se humaniza lo animal.
-Es una temática que siempre nos ha interesado: recuperar una mirada sobre lo humano, en tanto que animal, y ver que leemos a los animales siempre con un código humano. Hay algo que reconocemos en los animales y lo podemos hacer desde nuestro animal, no desde nuestra mirada intelectual. John escribe que si te acuestas al lado de un animal, cuerpo a cuerpo, puedes llegar a recuperar algo muy antiguo.

-En uno de los solos del espectáculo, una mujer desnuda se convierte, en pocos segundos, en un animal a ojos del espectador.
-Queríamos conseguir, y creemos que así ha sido, poner un desnudo en el escenario para quitar capas e ir más allá de ver a una mujer desnuda o vestida, llegar a ver a un animal. No queríamos mostrar a una persona que imitara a un animal. Se trataba de enseñar un cuerpo animal porque su manera de estar en el escenario no es ni provocadora ni sensual.

-El espectáculo que se representará en Palma tuvo el pasado año una exposición en Girona.
-Hay ideas de los espectáculos que no aparecen en escena. Es la segunda vez que lo hacemos: producir un material paralelo de tipo instalación, con fotografía, dibujos y escultura, que adquieren una entidad propia. Es un campo de experimentación divertido. En Girona presentamos una cueva del lobo, con un ordenador que manejaba a la vez sonido, luz, ventilación y motores.

-¿Qué papel tiene la improvisación en los montajes de Mal Pelo?
-Utilizamos la improvisación como herramienta y lenguaje interno, aunque está muy acotada. Es para dar más contundencia al movimiento. Fijamos texturas de movimientos y tenemos una cierta libertad para actuar.

-Mal Pelo es muy conocido en Catalunya, no tanto en Mallorca. ¿Qué supone actuar en la Isla?
-Me hace mucha ilusión trabajar en Mallorca, pero también es cierto que me siento un poco alejado de ella debido a que he trabajado poco en la Isla. Marché de Mallorca hace 26 años, es mucho tiempo. Llegué a Barcelona para estudiar violonchelo y a los 24 años me interesé por la danza. Tengo una relación con Mallorca de familia y amigos, no tanto a nivel profesional, a excepción de Mariàntònia Oliver (bailarina y coreógrafa).

-¿Qué le interesó a Mal Pelo de John Berger?
-Tiene una mirada sobre el arte y la percepción muy peculiar con la que nos identificamos. Su discurso es muy abierto, cuestiona los patrones de miradas sobre las cosas. Nosotros trabajamos sobre eso, el porqué algo cautiva la mirada. John sabe escuchar y se toma mucho tiempo para responder. Tiene mucha curiosidad y no es nada divo. Cuando puede se retira al campo a escribir. Está muy comprometido política y socialmente. Defiende la mirada del individuo, sobre la que se pueden leer las emociones y pulsiones básicas que nos mueven a todos: amor, pasión, espiritualidad.

-¿Cómo fue el proceso de trabajo con el escritor?
-Fuimos a París para conocerle y le enseñamos nuestro material en vídeo. Con 80 años es un hombre con una energía vital impresionante, una gran coherencia, entereza y poesía. Aceptó colaborar en el espectáculo.

-La inercia de muchos montajes es perseguir la espectacularidad. Mal Pelo parece esforzarse en una visión más profunda.
-Los patrones de lo que toca hacer dan muchos espectáculos construidos con una forma que se supone vanguardista pero que, muchas veces, se queda sólo en la forma. El alma de un posible escándalo está en cómo lo vives, no en la forma. Veo pocas cosas que me remuevan de una forma profunda. Hay una falta muy grave de revisión y estudio sobre las artes escénicas. No es un tema de hacer shakespeares en plan rockero. Se cuelan montajes pretenciosos. Falta corazón y a veces simplicidad. Lo difícil es partir de una idea básica de trabajo y llegar a buen puerto. Lo que importa es sentir una necesidad y encontrar las herramientas para explicar un punto de vista. A mí lo que me escandaliza, en el buen sentido de la palabra, es cuando veo un discurso que no es pretencioso y que parte de una necesidad.