Miquel Garau, delegado diocesano de Patrimonio, y director del museo. Foto: JAUME MOREY

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MARIANA DÍAZ

En el nuevo Museu Diocesà, situado en el Palau del Bisbe, trabajan a todo ritmo ante la inminente inauguración de esta nueva infraestructura museística que, tras su rehabilitación, amplió su espacio en más de 1.000 metros cuadrados frente a los 290 del antiguo emplazamiento. El acto será el próximo 16 de abril con presencia del nuncio del Papa en España, Manuel Monteiro de Castro. El contenido del museo mostrará la historia de la religiosidad en Mallorca. Las obras de rehabilitación, que comenzaron a mediados de 2002 bajo la dirección del arquitecto diocesano Sebastià Gamundí, han dado como resultado una enorme sala rectangular y abovedada o un mirador a la bahía con la apertura de un arco gótico en la pared del Palau que da al Parc de la Mar. Mientras los carpinteros ultiman algunos aspectos del montaje y se instalan las vitrinas que albergarán las piezas, éstas van llegando al Palau procedentes de parroquias, como la Mare de Deu yacente de Sant Miquel, o de la Seu, ya que el Cabildo ha cedido al museo una veintena de piezas entre las que figuran las diseñadas por Antoni Gaudí que se expondrán en dos salas dedicadas al arquitecto catalán.

La historiadora del arte Lidia Homs, autora del plan museográfico, supervisa el montaje, sobre el que ayer dijo que «será austero y sencillo para no competir con la arquitectura del edificio, no se puede tapar el edificio, pero quedará muy bien». La inauguración será también el primer gran acto de Miquel Garau, delegado diocesano de Patrimonio, que sustituye en el cargo al fallecido Pere Joan Llabrés y a quien el obispo Jesús Murgui también ha nombrado director del museo. Tras la muerte de Llabrés el pasado verano, Garau explicó ayer respecto al museo que «seguimos todos los planes que ya estaban en marcha cuando vivía Pere Llabrés, no ha cambiado nada». Miquel Garau, que además de sacerdote es restaurador, fue el fundador del Taller Diocesano de Restauración.

En cuanto al contenido, el museo se dedicará a mostrar la historia de la religiosidad en Mallorca mediante pintura, escultura y retablos, aunque también habrá tejidos, mobiliario, ex votos y otros elementos de devoción y liturgia. Además de los espacios dedicados a Gaudí donde se colocarán el mobiliario y los vitrales que diseñó para la Seu, -una sala será la del arco gótico que se abre al Parc de la Mar-, la estrella de esta nueva infraestructura es el SanT Jordi de Pere Niçard. Muchas de las colecciones que se mostraban en la antigua, pequeña y abarrotada sede que ocupaba el Museu Diocesà, donde las piezas se 'comían' unas a otras, no vendrán al nuevo edificio, donde otra pieza de importancia y valor artístico será el denominado Corredor de los Cirios que se desmontó de la Seu cuando Gaudí hizo la reforma del templo. Lidia Homs también fue la encargada de catalogar todo el fondo artístico.