The Magnetic Band, en una imagen promocional.

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JOAN CABOT

The Magnetic Band, con nuevo disco en la calle, son un grupo extraño dentro de la escena de Balears. Viven en Alcúdia y apenas tienen relación con algún otro grupo. Trabajan lejos de todo siguiendo unas directrices propias que toman como referencia a bandas como Tortoise, Yo La Tengo y American Analog Set. También a los Talk Talk de Spirit Of Eden: su música es una balsa apacible de agua, suena plácida y lánguida, pero debajo esconde siempre una reflexión sobre la estética, el amor y la vida que permite diferentes y a veces contradictorias lecturas.

En su primer largo reflexionaban sobre el arte y el control de masas. How To Be A Hypnotist (Primeros Pasitos, 2004) es uno de los mejores discos que ha aparecido en las Islas en los últimos años, y ahora publican con el mismo sello Love Science donde esta vez el arte se enfrenta a la ciencia. «La idea era mostrar la relación entre la ciencia y el arte. No son mundos tan separados», comenta Nacho Garrido, cantante y guitarrista del grupo.

«En realidad son diferentes caras de la misma moneda. A veces la ciencia tiene que recurrir a conceptos poéticos para dar forma a las teorías. Es una paradoja, pero algunas teorías son mejores que otras por el simple hecho de que son más simples, más bellas. Lo mismo pasa con la música y el arte, hay teorías científicas sobre lo bello, cálculos pitagóricos sobre la armonía y la métrica en la poesía».