TW
0

LAURA MOYÀ

La bendición de la reforma de la Capella del Santíssim por parte del obispo Jesús Murgui puso punto y final a un proyecto nacido hace siete años y que desde ayer forma parte de forma oficial de la Seu. Sus Majestades, el presidente Jaume Matas y los patronos de la Fundació Art a la Seu, que integra a los representantes de las diferentes instituciones públicas y privadas que han participado en la iniciativa, acompañaron al obispo y a Miquel Barceló, que contó con su familia en un día tan señalado.

El primero en hacer acto de presencia fue el artista felanitxer. Solo en la inmensidad de su obra, Barceló contemplaba el impresionante mural cerámico, los cinco vitrales y el mobiliario litúrgico. Se le veía satisfecho, contento de ver culminado uno de sus proyectos más ambiciosos. Después, y acompañado ya por las autoridades, escuchó atentamente las palabras de Jesús Murgui. «Bendecimos esta capilla que hoy recuperamos para el memorial y la reserva de la eucaristía y para la acogida del silencio del creyente». Una capilla «para que todos encuentren su espacio de paz y libertad», según el obispo.

Josep Conrado de Villalonga fue el encargado de hablar en nombre de la Fundació Art a la Seu. «Miquel Barceló ha realizado el epílogo del arte en la Catedral, la ha llenado de esta tierra y de su mar». El secretario del Patronato de la Fundació recordó «las dificultades que hicieron peligrar el proyecto hasta el punto del desánimo» y «la valentía del obispo Teodor Úbeda cuando pidió ayuda». «Esta intervención demuestra que el entendimiento entre las administraciones públicas y el sector privado ha sido posible», y ha permitido llevar a cabo una iniciativa que muestra «un mar abismal» y «una tierra fértil».

La «complicidad popular» y «la implicación» de los ciudadanos fueron las dos características que Jaume Matas destacó en su discurso. «La Catedral ha sido capaz de asimilar diferentes intervenciones creativas» y, ahora, «se ha abierto a las nuevas tendencias». «Quiero mostrar mi agradecimiento a Miquel Barceló por querer tanto a Mallorca y a sus ciudadanos». El presidente destacó que «la Seu se ha convertido en el único monumento religioso gótico con una obra de estas características» y cerró su intervención citando a Santiago Rosiñol.