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L.MOYÀ

Pedro Ruiz lleva dos años representando Pandilla de mamones, un espectáculo que «vive con la vida, no tiene un texto fijo», según el humorista. Ayer lo presentó e el Auditòrium, donde hoy vuelve a presentarse a las 19.00 horas.

Al ser una obra que se nutre de la actualidad, Ruiz introduce elementos nuevos en cada función que hacen que cada noche sea diferente. El caso Andratx es una de sus últimas incorporaciones. «Gobernar es un negocio. Casos como éste demuestran que las cosas no cambian, es propio de la condición humana». Los seres humanos «están apresados en la codicia» y, cuanto más arriba, «más tentaciones» y es «más difícil aguantarse». «Andratx es una anécdota más. Llevo años visitando esta localidad y hay cosas que saltan a la vista». El humorista, desde su escepticismo, no se asombra con los acontecimientos, pero sí lo hace con la respuesta de la gente. «No entiendo cómo las personas todavía se asombran y, menos aún, cómo puede ser que vayan a votar. Yo nunca lo he hecho. El sistema nos tiene arrebañados, no hay políticos, existe el negocio A y el B».