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EFE |MADRID

La actriz Geraldine Chaplin fue galardonada ayer con la Medalla de Oro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. Desde 1986, la Academia concede anualmente este reconocimiento a personalidades que «durante décadas han contribuido a la mejora industrial o artística» del cine nacional. Fernando Rey, Carlos Saura, Francisco Rabal, Ana Belén, Sara Montiel, Elías Querejeta, Gil Parrondo, José Luis Borau, Fernando Fernán Gómez, Concha Velasco, Antonio Banderas y el año pasado Basilio Martín Patino han sido algunos de los que, en anteriores ediciones, han sido galardonados con esta distinción. Geraldine O'Neill Chaplin nació en 1944 en Santa Mónica, California. Es la mayor de los ocho hijos que tuvieron Charles Chaplin y Oona O'Neill, por lo que además de la hija de un mito del cine en blanco y negro es nieta del dramaturgo Eugéne O'Neill.

Desde su primera aparición cinematográfica, en 1952, en una breve escena en la célebre «Candilejas» que dirigió su padre, Geraldine Chaplin ha participado en más sesenta películas. Dos de las últimas son españolas que aún no han sido estrenadas, «Teresa, muerte y vida», de Ray Loriga, y «Miguel & William», de Inés París. Formada como bailarina en Londres, Geraldine Chaplin fue modelo y hasta payaso, hasta que se vinculó definitivamente al cine y la interpretación. En 1965 intervino por primera vez en una película como protagonista en «Secuestro bajo el sol», de Jacques Deray, y, un año más tarde, su papel de Tanja en «Doctor Zhivago», de David Lean, la consagraría mundialmente.

En el rodaje de esta cinta en España conoció a Carlos Saura, con quien en 1967 inició una larga relación profesional y sentimental, que dio como frutos su participación en algunos de las películas más memorables del cine español como «El jardín de las delicias» o «Cría cuervos» (1975). Geraldine Chaplin ha trabajado en «Los indomables», de Tom Gries, y en «Los tres mosqueteros», de Richard Lester (1973) y en cintas de Robert Altman, como «Nashville» (1974), así como con su discípulo Alan Rudolph, con quien rodó «Bienvenido a los Angeles» (1976), con Martin Scorsese en «La edad de la inocencia» (1992) y en «A casa por vacaciones» (1995), de Jodie Foster, así como en «Hable con ella», de Pedro Almodovar. En 1989, en el Festival de Cine de Cannes, se le impuso la medalla de las Artes y las Letras. En el 2003 obtuvo un Goya a la mejor actriz secundaria por «En la ciudad sin límites», un reconocimiento que se sumaba a los numerosos galardones que la actriz ha recibido.