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NURIA ABAD

Aunque libre de cualquier dependencia estética, de cualquier sumisión formal, Enrique Broglia ha sabido encontrar a través de sus diferentes etapas un hilo conductor en su plástica. Al respecto, reconoce que «te das cuenta de la esencia de tu obra con el paso de los años». El escultor uruguayo se encuentra en la Isla para inaugurar esta noche en la galería Matissos de la Colònia de Sant Jordi una exposición de sus últimas creaciones.

Obras en acero corten, bronce y papel, así como una pequeña colección de joyas, dan forma a esta muestra, que reúne obras de pequeño, mediano y gran formato. «La mayoría de estas piezas están basadas en formas circulares abstractas sobre las que se superponen varillas de acero inoxidable», una constante en la trayectoria de Broglia. El artista reconoce su «predilección hacia las imágenes esféricas, que representan el génesis, el nacimiento, lo positivo y lo negativo».

La Colònia de Sant Jordi también acogerá el próximo lunes 5 de junio la inauguración de la escultura «Llevant», también de Enrique Broglia, que ya se encuentra ubicada en el nuevo paseo marítimo del municipio. Se trata de una obra de dos metros de diámetro que «intenta emparentarse con un clima de mar, con la influencia del viento, la ola».