Las autoridades, los homenajeados y la junta directiva de Ferrocarrils de Sóller, ayer durante el acto. Foto: JAUME MOREY / JOAN TORRES

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L.MOYÀ

Ferrocarrils de Sóller celebró ayer noche en la estación de la localidad de la Vall el primer año de la renovación de la concesión concedida por el Govern para explotar el tren rindiendo homenaje a Pere A. Serra, presidente del Grup Serra, y a la familia Miró. La entidad les entregó sendas placas conmemorativas como muestra de agradecimiento por la cesión que hicieron, de forma desinteresada, de las obras que se exponen en la Sala Miró y el Espai Picasso Ceràmiques de la estación. La apuesta por la cultura realizada por Ferrocarrils de Sóller tendrá continuidad próximamente con la inauguración en la estación de Palma de una exposición permanente integrada por paisajes de Mallorca de artistas relacionados con la Isla. Las principales autoridades de Balears estuvieron presentes en el acto. Jaume Matas, presidente del Govern; Maria Antònia Munar, presidenta del Consell; Ramon Socías, delegado del Gobierno en Balears; Catalina Cirer, alcaldesa de Palma; Carlos Simarro, alcalde de Sóller; los consellers del Govern Mabel Cabrer y Francesc Fiol; Miquel Nadal, vicepresidente del Consell; la vicepresidenta y consellera de Cultura del CIM, Dolça Mulet; y el concejal de Cort Rogelio Araújo acompañaron a los homenajeados y a la junta directiva de Ferrocarrils de Sóller, encabezada por su presidente y vicepresidente, Xavier Mayol y Vicenç Sastre, respectivamente.

Tanto Pere A. Serra como Joan Punyet, nieto de Miró, quisieron agradecer a la empresa su interés por la cultura. Pere A. Serra, presidente también de la Fundació Tren de l'Art, destacó la importancia del trabajo realizado por la entidad. «Su interés por que los beneficios que obtengan se inviertan en proyectos culturales para Sóller permitirá que la localidad de la Vall se convierta, de nuevo, en una ciudad pujante».El hijo ilustre de Sóller recordó los años en los que trabajó en la estación vendiendo tickets y facturando aceite, «el preciado oro líquido», hacia Ciutat. «Si me hubieran dicho que, años después, me entregarían una placa, no me lo hubiera creído». Joan Punyet, por su parte, agradeció a Ferrocarrils de Sóller su «arriesgada apuesta». «Han sido unos valientes con una gran visión de futuro. Hoy Miró está vivo, respira en Sóller. Estoy seguro que esta iniciativa ha hecho realidad su voluntad».

Jaume Matas dio la enhorabuena a Ferrocarrils de Sóller por la labor realizada en la localidad de la Vall. «Es una empresa mallorquina con perspectivas de futuro que ha apostado por la cultura. Su trabajo para que Sóller se convierta en la capital cultural del Mediterráneo es inestimable». Matas aseguró que «las instituciones apoyarán cualquier iniciativa» que haga que este proyecto se «convierta en una realidad». Carlos Simarro agradeció a Pere A. Serra y a la familia Miró «haber creído en la apuesta de la Fundació Tren de l'Art». «Continuaremos con esta iniciativa, queremos que Sóller sea conocido como uno de los lugares más hermosos y culturales del Mediterráneo». Y Xavier Mayol destacó el «acierto» que ha sido poner en marcha la Sala Miró y el Espai Picasso Ceràmiques. «No sólo lo han visitado los turistas, también se han interesado los mallorquines que se han acercado hasta la estación».