Carlos Iglesias, Isabel Blanco y Eduardo Campoy, ayer en los cines Renoir de Palma. Foto: M.A.CAÑELLAS

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NURIA ABAD

Carlos Iglesias ha revivido su experiencia como emigrante en Suiza durante la década de los sesenta, cuando era un niño, en «Un franco, 14 pesetas», un film que ha escrito, dirigido y protagonizado. Con este trabajo, cuyo estreno para eClub del Suscriptor de Ultima Hora tuvo lugar ayer en los cines Renoir de Palma y para el público en general el próximo viernes 5 de mayo, Iglesias ha roto definitivamente con la etapa iniciada con Pepelu, personaje que popularizó en «Esta noche cruzamos el Mississippi» y que continuó con cuatro años en la serie «Manos a la obra», hasta que llegó su primer papel protagonista en el cine con la interpretación de Sancho en «El Quijote» de Manuel Gutiérrez Aragón, por la que estuvo nominado a los premios Goya.

Iglesias presentó ayer en rueda de prensa, junto con el productor Eduardo Campoy y la actriz Isabel Blanco, este filme, que recrea la infancia del actor en el cantón helvético de Sant Gallen, en la zona oriental del país y fronterizo con Austria y Lichtenstein. «Un franco, 14 pesetas» narra «la experiencia de cuatro millones de españoles» que migraron en los años sesenta a otros países y que fueron los verdaderos responsables de «la evolución económica de España». Es, pues, «un homenaje a estos trabajadores que nunca tuvieron voz porque políticamente no interesaba», una realidad sólo tratada antes en películas como «Vente a Alemania, Pepe» y «Españolas en París».

Según Iglesias, la idea de escribir este guión surgió hace cinco años, cuando empezó «la llegada de la emigración a España» y se sintió «un poco obligado a contar que nosotros también hemos sido emigrantes hace nada». Para el desarrollo de este trabajo, Iglesias se ha centrado especialmente en su propia experiencia. «Mis padres, y yo con ellos, emigraron a Suiza en 1960, donde residieron siete años». No obstante, el actor realizó unas sesenta entrevistas a personas, que ya tienen 72 o 73 años, que también se trasladaron a trabajar a Centroeuropa.