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Cuando Shakespeare dio vida a Falstaff, no le otorgó una obra entera, si no que lo introdujo como uno de los personajes de la tetralogía formada por «Ricardo II», las dos partes de «Enrique IV» y «Enrique V». Sin embargo, sí le convirtió en una figura universal, símbolo por excelencia del vividor. Ahora, Rafel Oliver Produccions lo convierte en el protagonista de su próxima obra, «Falstaff», que se estrenará el 13 de abril en el Auditòrium, donde permanecerá hasta el 14.

La dirección y el trabajo de investigación han recaído en Konrad Zschiedrich, experto en Shakespeare y el encargado del anterior montaje de la compañía, «Molt soroll per no res». Vicenç Miralles, Mònica Marcos, Enric Garcia (Falstaff), Xim Vidal, Caterina Alorda, Rafel Ramis, Pedro Mas y Àlex Tejedor son los actores protagonistas.

«Hacía mucho tiempo que un proyecto no me ilusionaba tanto». Zschiedrich se encargó de indagar en las obras de Shakespeare para construir este «Falstaff», basándose en «Ricardo II» y, sobre todo, en «Enrique IV». «El resultado es una comedia en el que el tema principal es el caos». Shakespeare sitúa la acción durante la Guerra de Unificación inglesa, cuando el país se encontraba inmerso en una cruenta contienda. «El príncipe heredero, hijo de Ricardo II, es muy amigo de Falstaff, un hombre que vive según sus principios y que se rige sólo por sus deseos». Es un ser «amoral» que comete «auténticos crímenes» y que influye en el joven príncipe pero que, gracias al planteamiento del autor inglés, aparece como «una figura interesante».

El deber y el placer, dos universos contrarios que no siempre coinciden, centran la trama. «Shakespeare es un autor muy moderno para su época. Sus obras siempre tienen un doble sentido». El príncipe «disfruta de estar junto a Falstaff» pero, cuando se convierte en rey, «le abandona para convertirse en uno de los reyes más sensatos de la historia de Inglaterra». De esta manera, la moraleja podría ser que «para lograr ser un buen monarca, hay que conocer los bajos fondos».