Foto de familia de algunos de los galeristas y artistas mallorquines que han acudido a la feria. Foto: JOAN TORRES

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MARIANA DÍAZ (MADRID)
Los siete galeristas de Mallorca presentes en Arco 2006, la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid que hoy inauguran los Reyes, no se mostraban ayer preocupados ante los previsibles cambios que se avecinan a partir de la próxima edición, cuando Lourdes Fernández releve a Rosina Gómez-Baeza en la dirección del evento, que en esta edición cumple 25 años con Austria como país invitado.

De la Isla han viajado los galeristas Ferran Cano, Pep Pinya, Joan Guaita, Jerónima Martínez, de Maior; Xavier Fiol; Bernardo Rabassa, de Altair; Juan Antonio Horrach, de Horrach Moyà, con una amplia lista de artistas emergentes y consagrados, nuevas incorporaciones y sus clásicos en este tipo de eventos. La pintura es el soporte que más abunda en la propuesta mallorquina, una de las más numerosas por comunidades. El aumento de galerías extranjeras en busca de una mayor internacionalización, lo que iría en detrimento de la presencia de españolas, asunto que cada año levanta ampollas en una feria de selección como ésta, podría ser uno de los próximos cambios.

Sin embargo no es algo que ayer quitara el sueño a nuestros galeristas en la primera jornada de ventas, dedicada a profesionales y coleccionistas, porque, una vez aquí, «cualquier feria de arte es, ante todo, comercial», como recordaba Ferran Cano, aunque Arco se haya convertido también en un fenómeno social que atrae a miles de visitantes al parque ferial Juan Carlos I. «A nivel mundial no hay ideas nuevas para las ferias, tienen que purificarse entre ellas, personalizarse, sofisticarse y vender, porque los gastos son tremendos», decía Guaita. «Es difícil decir que hay cambios esenciales porque las ferias van cambiando según lo hace el mercado», señalaba Cano. «Es importante que esté bien gestionada».