Jaume Matas, Jesús Murgui, Catalina Cirer y Francesc Fiol, ayer durante la reunión. Foto: JOAN TORRES

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Tras meses de estancamiento, la segunda fase de la intervención de Miquel Barceló en la capilla de Sant Pere de la Seu podrá llevarse a cabo. El Govern balear y el Ajuntament de Palma se comprometieron ayer a financiar la conclusión de la obra, a la que le falta la instalación de los vitrales y la iluminación. Así lo confirmaron Francesc Fiol, conseller de Cultura del Govern y miembro del patronato de la Fundació Art a la Seu, y Catalina Cirer, alcaldesa de Palma, tras la reunión que mantuvieron con Jaume Matas, presidente del Govern; Jesús Murgui, obispo de Mallorca; y Biel Barceló, de Fundatur.

De esta manera, tanto el Govern como Cort aportarán el casi millón de euros que falta para finalizar el proyecto más los gastos que se generen de la instalación de la iluminación, aún por determinar. Su propuesta será trasladada a la próxima reunión del patronato de la Fundació Art a la Seu, que se celebrará el próximo 15 de noviembre, «sin perjudicar las aportaciones que se puedan acordar con el resto de instituciones y particulares» que conforman la Fundació, según Fiol.

«Habíamos entrado en una dinámica peligrosa, con el proyecto en punto muerto. Teníamos una responsabilidad y hemos decidido actuar», afirmó Francesc Fiol. El conseller explicó que la iniciativa de resolver la situación partió de Jaume Matas y Catalina Cirer quienes, tras conversar, decidieron volver a poner en marcha el proyecto. Hasta el momento, el Ajuntament no había hecho ninguna aportación económica, ya que no formaba parte del patronato de la Fundació Art a la Seu. «Tras ver la necesidad de abordar la cuestión, con la intervención de Barceló paralizada, optamos por unir fuerzas e impulsar el proyecto», aseguró Cirer.

La apertura, en 2006
El diseño de los vitrales realizado por Barceló ya está presentado y aprobado, por lo que, tras la firma del contrato entre la Fundació Art a la Seu y el artista de Felanitx, que se hará en breve, la ejecución se pondrá en marcha. «Nuestra intención es que las obras empiecen lo antes posible para que la capilla pueda visitarse a finales de 2006», dijo Fiol. Por el momento, todavía se desconoce qué cantidad económica aportará cada institución, ni si se realizará una enmienda a los presupuestos para 2006.

Fiol admitió que el Govern ha cambiado de opinión con respecto a la necesidad de financiar la conclusión de la obra de Barceló en la Seu, tres días después de que él mismo se mostrara reticente a aportar dinero público para este fin. «Hubiera preferido que la iniciativa privada participara, pero había que superar la falta de liquidez y evitar que la situación se embarrancara más», en palabras del conseller.

Durante la última reunión del patronato de la Fundació Art a la Seu, celebrada a principios de verano, quedó patente la falta de recursos para poner en marcha la segunda fase del proyecto. Cada patrono decidió buscar la ayuda necesaria para que los vitrales pudieron acompañar al mural cerámico, ya instalado, que escenifica la multiplicación de los panes y los peces. Esta primera fase costó 2,5 millones de euros y finalizó en agosto del año pasado con la instalación del mural. El mobiliario litúrgico, un regalo del artista, también ocupa su lugar en la capilla.

Está previsto que los vitrales se realicen en Tolosa. No serán figurativos, sino, sencillamente, filtros de la luz natural. Se trata de una combinación de colores que realzan la cerámica en sintonía con la luz mediterránea y otorgan a la capilla de Sant Pere un ambiente adecuado para la plegaria.