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EFE|BURGOS

El estudio de nuevos restos de Homo antecessor, considerada la especie de homínidos más antigua de Europa, ha hecho al equipo director de Atapuerca alejarse de la teoría de su procedencia directa de Àfrica y comenzar a pensar que de este continente pasaron a Asia y estuvieron allí mucho tiempo antes de llegar a Atapuerca. Los investigadores de las excavaciones arqueológicas del yacimiento continuarán sus trabajos en el nivel TD-6 de Gran Dolina, en la cuadrícula adyacente a donde apareció la mandíbula más antigua de Europa en 2003. El objetivo es hallar otros restos que permitan ir aumentando el tamaño del cráneo y obtener más datos.

El fragmento cuyo estudio está más avanzado es de una mandíbula que parece corresponder a una mujer joven, cuyo aspecto grácil recuerda otros fósiles procedentes de Asia, aunque «no de un país o una zona que se pueda determinar por el momento», explicó uno de los codirectores de Atapuerca, José María Bermúdez de Castro. Otro fragmento corresponde a dos partes de un parietal derecho del que se puede deducir la capacidad craneal, superior a los 900 centímetros cúbicos de algunas especies más próximas en el tiempo al momento actual, como eHomo Ergaster.

Mientras el fragmento de mandíbula fue encontrado en 2003, el parietal se ha formado a partir de un trozo encontrado ese mismo año y otro localizado en 2004. Por su parte, E. Carbonell, el otro codirector de las excavaciones detalló que ya hay 45 personas trabajando en los yacimientos de cara al inicio de la campaña, en la que este año participarán 135 investigadores, la cifra más alta registrada en Atapuerca. Carbonell destacó la «riqueza» de todo el entorno de la sierra burgalesa de Atapuerca, en el que se encuentran restos de homínidos y vestigios de su presencia desde hace más de un millón de años hasta prácticamente nuestros días.