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El escultor Juan Quintanilla inaugura hoy en la galería Joan Oliver «Maneu» una exposición con sus últimas piezas. La muestra presenta el actual momento creativo del artista, que ha dejado de lado lo figurativo para adentrarse en el campo de la abstracción. A través de 36 obras, Quintanilla recorre su particular visión de la naturaleza. «Mis esculturas se basan en las formas del sol, los árboles, el mar. Unas formas que transformo y que recreo de nuevo». Antes, el artista se centró en la figura humana. Sin embargo, a finales de los 90 decidió probar con otros elementos y rebuscó en la naturaleza, dejando de lado el ser humano y adentrándose en «un simbolismo abstracto».

Las esculturas están realizadas, en su mayoría, en mármol cubano. «Casi todas las piezas están hechas en mi taller de La Habana. Algunas mezclan el mármol con el bronce, el acero o el ébano». Quintanilla expuso por primera vez en Mallorca en la marmolería Antonio Carreras en 2002. Desde entonces, se ha dejado seducir por las formas de la Isla, que le recuerdan a su Cuba natal. «Cuando veo los molinos o el sol rememoro mi propia isla, son elementos comunes que compartimos». Su opción por el mármol se debe a que este material le permite «múltiples posibilidades». «Me encantan su brillo, sus colores, sus texturas».