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El mundo de la cultura perdió ayer a uno de sus gestores más eficaces y discretos, Jaume Martorell, director de la Fundació La Caixa en Palma desde su inauguración, en 1993. Gravemente enfermo desde hacía un tiempo, quienes trabajaron a su lado recordaban que permaneció hasta el final al frente de un centro que se había convertido en «toda su vida». El funeral por su alma se celebrará hoy en la iglesia de Porreres, donde había nacido en 1945, a las 20.30. Amigos y familiares le velaron en el tanatorio de Son Valentí de Palma y lo harán hoy hasta las 12.00 horas.

Martorell, -de talante abierto y dialogante, muy querido y respetado por su trabajo en la Fundació, donde con un programa multidisciplinar congregó a 2,5 millones de visitantes en diez años-, llegó a la gestión cultural desde la política. En su pueblo natal fue concejal de Cultura de 1979 a 1983, y alcalde, entre 1983 y 1987, por Unió Independent Porrerenca, que después abandonó para entrar en Unió Mallorquina. En 1987 Maria Antonia Munar, consellera de Cultura del Govern, le nombró director general del departamento, cargo que ostentó hasta 1992.

Trabajador concienzudo y discreto, su gestión en la Fundació La Caixa se desarrolló en distintos ámbitos, en el estrictamente cultural, -arte, literatura, filosofía, música-, pero también en el de la ciencia, el medio ambiente o en los retos que plantea la sociedad actual, impulsando una importante labor pedagógica. Esta semana, la Fundació presentará una exposición de joyas modernistas que se inaugurará en Palma por su empeño personal. Como sucedió con muchas otras que trajo a Mallorca, de gran calidad, siempre con mucha aceptación de público.