Bonet trabajó en un psiquiátrico en Sierra Leona. Foto: MIQUEL ÀNGEL CAÑELLAS

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Pep Bonet lleva muchos años indagando en los conflictos armados de Àfrica y en su día a día. Su intención: «Contar una visión subjetiva que, casi siempre, está distorsionada». En sus viajes el miedo «siempre está presente», al igual que «la implicación», algo «indispensable». «Quiero mostrar qué sucede, reflejar una situación». Unas situaciones que se convierten en fotografías y que, ahora, se recopilarán en dos libros. En uno, recogerá su trabajo en Sierra Leona y, en otro, el realizado con Médicos Sin Fronteras sobre la llegada de los retrovirales al Àfrica subsahariana. «Con lo que sé y con lo que me cuenta la gente construyo una historia». A Sierra Leona llegó «joven y sin miedo» dispuesto a «cubrir una guerra que no estaba cubierta». Después, se quedó e indagó en la posguerra del país. El resultado es «Faith in chaos», «un intento de ver qué pasa después de una contienda». Fotografió «gente directamente afectada por el conflicto» para narrar «cómo superaban la situación». Un grupo de niños ciegos, un hospital psquiátrico, las iglesias o un grupo de mutilados que juegan al fútbol sirven a Bonet como ejemplos para explicar la situación.

Su trabajo con el sida ha buscado «un enfoque diferente». «El sida es un cliché y yo he querido huir, ir más allá». Por eso ha introducido por primera vez el color. «El blanco y negro mostraría una realidad demasiado dramática». Una realidad que, por sí misma, ya es suficientemente dramática. «En Àfrica, el sida está muy relacionado con la guerra, con las violaciones que se producen en épocas violentas, con la prostitución que genera, con la desinformación y con motivos culturales». La mejor manera de combatir esta enfermedad es «con información». «Hay que hablar con las personas para saber cómo son y qué necesitan. Los africanos son muy fuertes, luchan más». No hay que imponer «una solución desde el primer mundo», hay que mostrarles cómo y «permitir que ellos creen su solución».

«Decidí publicar los dos libros para contar mis experiencias y para mostrar conclusiones, para decir qué he visto y cuáles creo que son las soluciones». Bonet sabe que puede «mostrar el problema» pero que no puede «terminar con él», sólo apuntar salidas. «Cuando hago fotos intento descubrir una verdad. En Àfrica, he encontrado mi verdad, aquella que buscaba». Ahora, Pep Bonet se prepara para partir a Somalia con Médicos Sin Fronteras para «retratar la situación siguiendo a un equipo de emergencias». Es otra guerra escondida, como casi todas las africanas, que deja cientos de víctimas cada día. «La gente cree que en Àfrica sólo existe el peligro pero hay mucho más».