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El Museu d'Art Espanyol Contemporani de la Fundación Juan March presentó ayer en sociedad sus nuevas salas y espacios. La reapertura contó con numerosos invitados, interesados por conocer la reforma que ha mantenido a la institución cerrada durante dos años. Los numerosos asistentes, pertenecientes al mundo de la cultura y de la economía, fueron saludados por Carlos, Leonor y Juan March, quien en su calidad de presidente de la fundación, pronunció unas palabras, recordando la vinculación familiar con el edificio que alberga el museo, ya que en esta casa de la calle Sant Miquel vivieron sus abuelos y nació él mismo.

También estaban presentes el vicepresidente y el consejero delegado de Banca March, Pau Vallbona y Paco Verdú, respectivamente, así como otros consejeros y altos cargos del banco, así como amigos de la familia.

Entre piezas de Oteiza de la colección permanente y los Picasso que conforman la muestra «Picasso. Grabados», pudo verse a Damià Pons, Ramon Canet, Amador Magraner, Joan Bennàssar, Cristina Escape, Pep Pinya, Maria de Lluc Fluxà, Bernat Rabassa, Gero Martínez, Xavier Fiol, Marieta Salas, Fernando Rotger y su esposa Rosa Regi, Vicenç Rotger (padre e hijo), Miquel Lladó y directores de medios de comunicación, entre otros.