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Con el título de «Cela a Mallorca, Mallorca a Cela», el catedrático Perfecto Cuadrado cerró el ciclo «Camilo J. Cela a Mallorca». La conferencia se celebró en el archivo de Can Bordils y abordó cuatro puntos claves: el escritor, el personaje, la persona y el animador cultural, todo centrado en su experiencia mallorquina.

Cuadrado resumió los aspectos más destacados de las anteriores charlas y destacó la importancia de «Papeles de Son Armadans». «Fue un polo de atracción de los mejores autores» y, a su vez, «proyectó Mallorca a nivel internacional». En la publicación se incluyeron «textos que hacían referencia a Mallorca», algunos escritos por el propio Nobel y, también, ediciones especiales que centraron su atención en su tierra de acogida. Cuadrado citó dos ejemplos: un especial dedicado «a los pintores mallorquines» y otro a «las Conversaciones de Formentor».

«El Cela que conocí estaba muy ligado a la vida académica». El catedrático fue «compañero de departamento y amigo» del Nobel y trató tanto al personaje como a la persona. «En la relación del día a día siempre vi su vertiente tierna, correcta y delicada». Según Cuadrado, «todo el mundo crea un personaje público». «Cela tenía una fuerza extraordinaria y, su personaje, siempre buscó chocar con el resto». Por eso, «la gente no se cree que, cuando aparecía la persona, era delicada y educada, nada que ver con su otro yo».