TW
0

Enrique Vila-Matas, un catalán que escribe en castellano; Juan Villoro, un mexicano recién instalado en Barcelona, la tierra de su padre. Dos escritores, dos sensibilidades, una lengua literaria común. Ayer fueron los invitados del ciclo «Futurisme» para hablar de «Latinoamérica y España: la literatura por venir» donde dialogaron sobre globalidad e identidad. Ambos autores presentaron su intervención en una rueda de prensa en la que se autocalificaron de «fabuladores de la realidad».

Las narrativas latinoamericana y española, «transnacionales, no limitadas por fronteras», vivieron de espaldas tras el boom de la primera, hace unos 20 años, y ahora se reencuentran porque las editoriales españolas vuelven a publicar a narradores de aquellas latitudes donde, según Vila-Matas, existe «una generación muy brillante de escritores». La oferta de buenos autores de Latinoamérica, entre los que Vila-Matas no coloca a Isabel Allende, apuntó con ironía, es una forma de «reparar» esa incomunicación, pero, al mismo tiempo, supone un interés de los editores, «que no son unos angelitos», por la búsqueda de nuevos productos «una vez que en España se les agotó el cupo de escritores de 25 años».

Con estas ideas coincidió Villoro, quien aseguró que antes del «boom» hubo una generación de grandes escritores que «relativiza la importancia del mismo» y, tras él, los autores «siguieron escribiendo en soledad». Villoro recordó que en la época del modernismo, «Latinoamérica y España estaban mejor comunicados» y muchos literatos de ambas orillas mantenían una relación de «cofradía», que, curiosamente, se perdió «en tiempos de la transición española, de la mensajería y el fax». Internet favorece un nuevo «descubrimiento de valores».