Los integrantes de la compañía Xesc Forteza formaron jurado.

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«La vida es un teatro, presentarme al casting significa una continuación de la realidad». Glòria Monge tiene 51 años y ha asistido, como otras 31 mujeres, a la prueba en la que la compañía Xesc Forteza busca a una actriz protagonista para su próxima obra. Monge no tiene experiencia pero dice bastarle la del día a día. Y, si no la cogen, siempre le quedará algo, porque «de todo se aprende».

Acompañan a Monge Glòria Servera y Pilar San Salvador. «Es la primera vez que se ofrece un trabajo en el que no es necesario ser joven», comenta Servera. Para participar se exigía tener entre 40 y 50 años, ser mujer y hablar mallorquín. San Salvador, sin embargo, es castellanoparlante y, a pesar de ello, ha acudido. «Siempre he querido hacer teatro».

El papel que la futura actriz interpretará es el de Margalida, la esposa de Joan Bibiloni, «una mujer con carácter», según el actor. Ambos formarán un matrimonio cuya búsqueda de piso centrará la trama de la nueva pieza de la compañía, una adaptación de la historia «Pulling the wool» de Frank Vikery que se estrenó el año pasado en Londres. «Con la prueba también buscamos tener una de base de datos para futuras obras».

«Tengo bastante carácter, incluso podríamos decir que demasiado». Teresa tiene 48 años y cree que el papel está hecho a su medida. «Mis amigos me han animado a asistir porque dicen que soy una buena actriz». No se considera cómica pero sabe «imitar a los compañeros». Malen Morey, por su parte, ha asistido para «ver si sería capaz de crear un personaje». «Se trata de un reto personal más que profesional».